Recuento de un grave incidente en Playa Unión
Una hija, cuyo padre disfrutaba de un día en Playa Unión, Chubut, ha alzado su voz ante un inquietante suceso que tuvo lugar el domingo. Según su testimonio, su padre fue blanco de una agresión desproporcionada por parte de los salvavidas, quienes no solo fallaron en su deber de proteger sino que además mostraron una actitud discriminatoria hacia él, poniendo su vida en serio riesgo.
Detalles desgarradores de la confrontación
El incidente se desarrolló mientras el padre de Érica, como se refirió a su progenitor, se encontraba disfrutando del mar junto a aproximadamente 200 otras personas. A pesar de ser un nadador experimentado y conocedor de la zona, fue abruptamente interpelado por salvavidas con insultos y demandas de abandonar el agua, hechos que lo tomaron completamente por sorpresa.
Érica relató cómo uno de los salvavidas insultó gravemente a su padre al acercarse a él, mientras que otro agregó insultos sobre su apariencia física, desencadenando una agresión que no solo fue verbal, sino también física. Según describe, los salvavidas hicieron comentarios discriminatorios señalando que no podrían asistirlo si llegaba a tener un accidente debido a su peso.
Discriminación y violencia: una situación inaceptable
Subrayó la cruel ironía de ser agredido por aquellos que están destinados a proteger las vidas en el mar. Además, mencionó que su padre, un hombre que ha luchado contra la obesidad y ha pasado por diversas intervenciones, incluyendo un bypass gástrico, se sintió profundamente herido por los comentarios dañinos.
Este acto de violencia no concluyó en la playa, sino que alcanzó incluso hasta el estacionamiento, donde la familia intentaba brindar primeros auxilios al afectado, que ya estaba visiblemente lastimado. Érica destacó la participación de un instructor de una escuela de surf privada, implicado también en la escaramuza.
Las repercusiones del incidente y el llamado a la acción
Posterior al ataque, la salud del padre de Érica fue motivo de gran preocupación, especialmente dada su historia de problemas cardíacos. A pesar de los daños físicos, se encuentra estabilizado. El hecho no solamente ha trascendido a nivel local sino que ha capturado la atención del intendente de Rawson, quien se comprometió a tomar medidas.
La familia, además de enfrentar el trauma de la agresión, debió lidiar con la frialdad institucional, ya que no encontraron apoyo médico inmediato debido a un paro en el hospital de la playa y dificultades burocráticas al realizar la denuncia. Este caso ha subrayado la necesidad de revisar la capacitación y la selección del personal encargado de la seguridad en las playas, ante la evidente falta de preparación para manejar situaciones con respeto y empatía hacia todos los bañistas.