Un ciudadano argentino, Fernando David Silva, encontró un trágico destino mientras pasaba sus vacaciones en Brasil, justo en la fecha en que celebraba sus 38 años de vida. Junto a él, sus amigos Maximiliano Ayón y Damián Malandra, ambos de 36 años, compartían este tiempo de ocio en Angra dos Reis, cerca de la conocida Río de Janeiro.
Unas horas previas al accidente, Silva había compartido en redes sociales dos collages fotográficos en los que se le veía celebrando su cumpleaños junto a sus compañeros, sin imaginarse el desenlace que les esperaba.
El incidente tuvo lugar aproximadamente a las 11:30 de la mañana de un viernes, en la zona de Praia do Dentista, situada en la Isla de Gipóia. Una lancha de gran tamaño colisionó con una más pequeña, que llevaba a bordo a varios turistas y tripulantes, incluidos Silva y sus amigos.
Consecuencias de una trágica colisión
El impacto tuvo efectos devastadores en la lancha menor, la cual terminó hundiéndose. Los servicios de rescate, pertenecientes a la embarcación de mayor tamaño, lograron salvar a los ocupantes y llevarlos al muelle de Santa Luzia. Desde allí, fueron trasladados al Hospital General de Japuíba, donde el argentino Fernando Silva falleció poco después de su llegada.
Otras víctimas del incidente, incluyendo dos argentinos y un local, también resultaron heridas y fueron ingresadas en observación médica. Un niño se encontraba entre los heridos, de acuerdo a lo reportado por el diario O Dia.
Perfil de Fernando David Silva
Titulado en Terapia Ocupacional, Silva ejerció un importante rol en el sector de la salud mental en Ushuaia, Tierra del Fuego, donde se encargó de dirigir varios proyectos de vivienda asistida y centros de día, dedicados a pacientes con dificultades de salud mental.
Después de la pandemia, dejó su natal Tigre para emprender este trabajo en el sur del país, logrando establecer la primera casa de Medio Camino en el área, bajo el reconocimiento de sus colegas por su dedicación y capacidad de liderazgo.
Una tragedia inesperada en vacaciones
Estas vacaciones no eran las primeras que Silva compartía con Ayón y Malandra. Anteriormente habían viajado juntos por la Ruta Nacional N°40 y planeaban celebrar las festividades decembrinas en Brasil, donde la fatalidad los sorprendió antes de culminar el año.
A pesar de los esfuerzos médicos, Malandra permanece recuperándose en el hospital, mientras Ayón, quien trabaja en talleres de sublimación para pacientes de salud mental, fue dado de alta tras recibir atención inicial.
Silva es recordado por su familia, amigos y colegas como un espíritu libre y entusiasta de la vida, que no temía explorar nuevos horizontes y forjar amistades profundas en donde quiera que iba.
Las autoridades de salud de Tierra del Fuego y el consulado brasileño ya están gestionando las medidas necesarias para repatriar el cuerpo de Silva a su país natal.
Indagaciones sobre el accidente náutico
La autoridad portuaria de Angra dos Reis, con el apoyo de la municipalidad, ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias del choque. Asimismo, la Armada Brasileña aseguró que ambas embarcaciones contaban con la debida autorización de TurisAngra, como reporta G1, y que la embarcación menor, denominada Rey David, fue extraída del océano horas después del accidente.
Este doloroso suceso ha dejado una huella imborrable en los corazones de quienes conocían a Silva, recordándonos la fragilidad de la vida y el valor de cada momento compartido con nuestros seres queridos.