Angustia por la desaparición de Paola Lens
Paola Mariana Lens, de 26 años, partió a España a principios de octubre con una oferta de empleo que la entusiasmaba: había sido seleccionada para ser niñera en Palma de Mallorca. Proveniente de Villa Devoto, la joven llegó al país europeo, pero poco después dejó de dar señales. Desde el 14 de octubre no ha habido contacto alguno con su familia. Ante la desesperación, sus seres queridos están apelando a las redes sociales en busca de ayuda y temen que pueda haber sido “víctima de trata”.
Últimas comunicaciones y preocupaciones
“Recibió una oferta de una familia alemana residente en España. Partió feliz, con la intención de ahorrar para disfrutar de la temporada de esquí en Andorra”, compartió Gabriela, su madre.
Gabriela comentó que su hija llegó a España sin problemas, pero lleva una semana incomunicada. “No sabemos qué le sucedió, si está pasando por un mal momento emocional o si fue captada por una red de trata. Estamos en la oscuridad”, expresó con preocupación. Hizo un llamado urgente a las autoridades españolas para localizarla.
Las sospechas giran en torno a un posible engaño, ya que se teme que la familia alemana que la contactó no sea real. Hay sospechas de un posible secuestro. En una conversación con Crónica TV, Gabriela detalló: “Teníamos conversaciones diarias fluidas. Sin embargo, el martes 14 todo se interrumpió, y el sábado pasado eliminó su aplicación de WhatsApp. También bloqueó a varios de sus contactos en Instagram, incluidas sus familias. Desde ese momento pensamos que algo malo ha ocurrido”, añadió Gabriela.
Conforme informaron sus allegados, esta no era la primera vez que Lens viajaba al extranjero por trabajo. El año anterior había hecho lo propio, aunque en esa ocasión su destino fue Inglaterra.
Paola Mariana Lens emprendió su viaje a España motivada por una propuesta laboral, y su rastro se ha perdido desde hace una semana.
“Ella utiliza aplicaciones específicas para este tipo de actividades”, explicó Gabriela. “Tras contactar a esta familia alemana que se estaba estableciendo en España, acordaron un trabajo y se embarcaron en una especie de intercambio cultural. Cubrieron su vuelo y le ofrecieron alojamiento, comida, además de un curso intensivo de alemán para facilitar la comunicación. El empleo consistía en cuidar al hijo mayor durante ocho horas al día”, detalló.
En su relato, Gabriela añadió que “es una joven que viaja con frecuencia, ya que le apasiona el snowboard y aspira a convertirse en instructora”.
Durante una entrevista con un canal de noticias, Dolores, su hermana, también compartió su testimonio. “El sábado 11 tuve una videollamada con ella y lucía bien. Todo parecía estar en orden. Sin embargo, al dejar de comunicarse, accedí a su correo electrónico. Desde septiembre, todo estaba borrado, ni siquiera estaba el billete de avión que le había proporcionado la familia”, relató Dolores.
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