“El fin de semana se presentará caluroso, con temperaturas un poco por encima de lo normal para finales de enero. Sin embargo, es al inicio de la próxima semana, con el incremento del viento norte, cuando veremos un verdadero aumento en las temperaturas”, menciona Cindy Fernández, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en una entrevista con Clarín.
El domingo será el preludio de un fenómeno que, días atrás, puso a prueba a los residentes de la ciudad y el Gran Buenos Aires, y que se intensificará con el comienzo de febrero: la ciudad experimentará la segunda ola de calor del verano.
Un clima desafiante por venir
La especialista en Ciencias de la Atmósfera describe un “cóctel climático” que preparará el escenario para varias jornadas de condiciones particularmente difíciles.
De esta forma, quienes retornen de sus vacaciones se encontrarán con un recibimiento extremadamente cálido en el cambio de quincena.
El domingo, todo el lunes y posiblemente también el martes, se esperan temperaturas máximas entre 35° y 36° en la ciudad de Buenos Aires.
El calor en el resto del área metropolitana será solo ligeramente menor, con diferencias de 1° o 2°. Sin embargo, algunas provincias estarán aún más calurosas. En el norte de Santa Fe, Santiago del Estero, Formosa y Salta, las temperaturas máximas podrían alcanzar los 38°.
Reducir riesgos durante la ola de calor
¿Qué se puede anticipar de este calor agobiante que se avecina? Al menos, un aviso: alerta naranja. Aunque no llegará a ser roja, se recomienda tomar precauciones.
De acuerdo con el SMN, es esencial intensificar la hidratación, especialmente en niños, ancianos y otros grupos vulnerables. Se aconseja evitar actividades físicas al aire libre, vestir ropa clara y holgada, aplicar protector solar, y, si es posible, usar sombrero.
Referente a las condiciones, Fernández señala que para que se confirme formalmente la segunda ola de calor en la Ciudad de Buenos Aires, debe observarse lo siguiente: durante tres o más días, las temperaturas mínimas tienen que ser superiores a 22 grados, y las máximas a 32,3 grados.
De acuerdo con las proyecciones, estos criterios se cumplirán.
La subida de temperatura empezará el sábado. La temperatura mínima se espera que sea de 24°, con una máxima alcanzando los 34° durante las horas vespertinas. Se pronostica cielo “ligeramente nublado” a “parcialmente nublado”, sin expectativas de lluvia hasta al menos el martes.
“Desde el sábado notaremos menos viento del este y más del norte, lo que empezará a evidenciar el calor. Sin embargo, el clima más opresivo llegará desde el domingo, con temperaturas mayores de 35°. La previsión cambió de martes a miércoles, indicando que el calor se adelantó levemente.”
El pronóstico del lunes para la ciudad, según el SMN, indica una mínima de 26° y una máxima de 36°. El martes marcará el tercer día consecutivo de intenso calor, y si estas temperaturas se cumplen, se consideraría formalmente una ola de calor: mínima de 24° y máxima de 33°.
“Las altas presiones sobre el Atlántico harán que durante varios días predomine el viento del norte, llevando aire cálido hacia el centro del país”, detalla Fernández, sobre esta combinación de factores climáticos que propiciarán la segunda ola de calor.
Otra parte del “combo” se debe al fenómeno comúnmente llamado “cielo despejado”, y al mayor número de horas de luz solar típico del verano.
“El viento del norte, sumado a la escasa nubosidad y la extensión del día, que es mayor en esta temporada, creará el ambiente perfecto para un incremento gradual de las temperaturas”, concluye.
La primera ola de calor de 2025 en la Ciudad tuvo lugar en la semana del 11 de enero, alcanzando un pico de 36,1 grados.