Bienvenidos a Villa Azul
Un letrero discreto anuncia “Villa Azul” a la entrada de la residencia circular y espaciosa de Cristiano Rattazzi en Manantiales, construida con la rica madera de lapacho. Julia, la ama de llaves, nos acompaña amablemente al salón principal, donde Rattazzi aguarda cómodamente en un gran sofá. Un enorme ventanal detrás de él revela una vista impresionante del océano azul.
La Vida de Retiro de Rattazzi
“Llevo una vida de retirado, pero un retirado próspero, disfrutando, viendo series, jugando al tenis y socializando un poco. Me tomo tiempo para mí mismo, incluso he tomado la costumbre de dormir siestas”.
Sobre su Relación con Fiat y la Política
Aunque apartado de la empresa familiar Fiat, que dirigió por muchos años, Rattazzi confiesa que no puede desligarse del trabajo. “¿Qué hago, me quedo mirando el techo? Quizás lo intenté, pero no me sale. Necesito estar en contacto, enterarme, conversar con mi gente. Conozco todo lo que ocurre al otro lado del río y soy un ferviente seguidor de Milei desde sus comienzos”.
Clarín busca apartarlo de sus actividades empresariales y del ámbito político, pero parece casi imposible desconectar a Cristiano. Empresario innato, Santiago Argentino Rattazzi a menudo lleva la conversación hacia la política, un terreno donde se siente cómodo.
Evalúa el cierre de su ciclo en Fiat como “el final de una etapa cumplida, sin dramas”. Fotos por Juano Tesone.
Opiniones sobre la Política Argentina
En un tono distendido, pero igual de categórico que si estuviera en un programa de televisión, Cristiano expresa su decepción sobre Rodríguez Larreta. “Su última etapa me resultó impresentable, no buscaba la libertad ni el cambio, sólo pretendía ser un Massa con modales”.
Rattazzi asegura ser partidario de la transparencia. “Al principio tuve buenas charlas con él, pero luego me aparté al ver que no representaba el cambio que quería”.
Introduce a Macri en la conversación. “Para que Macri sea relevante en las próximas elecciones, debe colaborar con Milei. Hacerlo solo no le rendirá frutos. Si se une La Libertad Avanza con el PRO, podrían restaurar la provincia de Buenos Aires que actualmente lidera Kicillof con consecuencias desastrosas”.
Comparten un retrato juntos: Cristiano y su esposa Gabriela Castellani. Foto por Juano Tesone.
Al dejar Fiat Argentina en 2021, Cristiano y Gabriela (53) se mudaron a esta lujosa casa planificada hace 18 años. “Imaginar este hogar para mi retiro fue siempre la intención. Esta vista al mar es invaluable, parece cambiar mi día a día. Vivo cómodamente, pero sigo ocupado gracias a Módena, mi empresa de servicios aéreos”.
No piensa en regresar a Buenos Aires: “¿Volver a vivir ahí? No, ya no me interesa, ¿te mudarías de aquí?”, sonriendo. La decisión de mudarse fue autoimpuesta, aunque empujada por el sistema fiscal argentino que considera “ridículo”.
Comenta Rattazzi: “Llevo tres años viviendo en Punta del Este, desde que me aparté de Fiat”. Foto por Juano Tesone.
Asegura que su partida de Fiat fue natural: “Me fui por la edad. En Fiat, la retirada suele ser a los 70, y yo tardé un poco más. Sigo en buenos términos con todos y ahora veo Fiat desde otra perspectiva. Pero no lo extraño, fue una etapa que culminó, y estoy más involucrado en mi otra compañía. Siempre me ha fascinado todo lo relacionado con volar”.
En Manantiales, sus días son previsibles: “Me levanto a las 6 sin alarma y hago ejercicio con mi entrenador personal. Mi mujer y yo practicamos deporte, pero en clases separadas”, sonríe. Disfruta jugando tenis, haciendo compras y manteniendo contacto con su empresa. Emplea su avión personal para viajar a Buenos Aires en tan solo 40 minutos.
Rumorea que él es quien pilota su avión, aunque acompañado por un profesional.
Rattazzi admite estar siempre atento a lo que sucede en Buenos Aires: “Si necesito, puedo llegar allá en 40 minutos”. Foto por Juano Tesone.
Conoció a Gabriela por casualidad mientras ambos hacían gimnasia. “Un amigo me señaló a una señora flexible y sorprendente, y de ahí nos conocimos”, comenta con una sonrisa.
Una Relación Sólida con Gabriela
Rattazzi confiesa que la vida de pareja lo satisface, “con Gaby estamos bien”. A sus 76 años, no busca más allá. “Nunca he sido celoso, si a mi esposa le interesara alguien como Brad Pitt, bienvenida”.
Ante la posibilidad de conocer a Angelina Jolie, bromea: “Soy seguro de que no me cruzaré con ella, así que no hay problema”. No obstante, elige estar con Gabriela: “Ya no tengo deseos de mirar a otra parte”.
A veces, asistir a compromisos sociales le resulta agotador, pero lo hace por petición de su esposa. Afirma no ser controlador ni celoso, ni siquiera en temas laborales.
Reflexiones sobre la Familia y el Futuro
Habla de sus hijos y nietos: “Mis nietos me comienzan a interesar a partir de los diez años”. Describe a cada uno: Alexia, experta en autismo y muy dedicada; Manuela, feliz en Grecia; y Urbano, con una gran familia. “Cinco hijos me parece mucho”, comenta con incredulidad.
Confiesa que volar ha sido siempre una pasión, mantiene su licencia de piloto y sigue haciéndolo, aunque no en solitario, ahora lo hace acompañado.
Fanático de la velocidad, ha corrido en numerosas ocasiones. Posee una colección de coches y tiene predilección por los autos de alto rendimiento.
En relación a Franco Colapinto, le aconseja “mantener un perfil bajo si quiere triunfar en la Fórmula 1,” refiriéndose a un conocido incidente en Interlagos.
La conversación termina con referencias a Graciela Alfano y al mundo de las celebridades: “Un entorno que me sorprende por su falsedad”. Cristiano prefiere una vida sencilla y ordenada, enfocándose siempre en el futuro y en evitar excesos.
“Siento que tengo varios años por delante, y siempre miro hacia adelante”, concluye, inspirado por su experiencia empresarial.
AS