En la calle Guido, un vasto grupo de personas aguarda pacientemente. Aproximadamente existen 645,052 citas otorgadas para visitas presenciales en el Consulado de España, y un volumen de 56 toneladas de documentos que representan las historias y desafíos de descendientes de españoles. Estos cientos de miles de individuos deberán asistir con los documentos necesarios para adquirir la ciudadanía. A medida que estos trámites se completen, este dinámico Consulado necesitará atender los procesos burocráticos de una población semejante a la de una capital provincial, como podría ser la ciudad de La Plata. Este panorama ha generado tensiones entre las autoridades de la sede diplomática.
Impacto de la Ley de Memoria Democrática
Dos meses tras el fin de la emisión de citas para gestionar la nacionalidad con la Ley de Memoria Democrática de 2022, el Consulado de Buenos Aires cuenta con cifras definitivas y las proyecciones parecen extraídas de un relato futurista con tintes kafkianos. Nada distinto de lo que vivieron quienes dejaron España al término de la Guerra Civil, cuando las colas implicaban pasar noches en la intemperie. Personalmente, le debo mi existencia a una de esas noches a la intemperie, aunque su desenlace no ocurrió inmediatamente ahí.
Desafíos del proceso de nacionalización
Si la anterior Ley de Memoria Histórica, que no consideraba a los nietos adultos de españoles, procesó 60,000 casos en una década, harían falta más de 100 años para resolver la actual demanda de ciudadanos porteños aptos para la ciudadanía. Hay otras 220,000 peticiones en los consulados de Córdoba, Bahía Blanca, Rosario y Mendoza. Según José María Ridao, Cónsul General, un distinguido intelectual y diplomático del PSOE, este ritmo actual resulta insostenible. Comenta que, debido a la inmensa cantidad de documentos, han habilitado espacios previamente destinados a otros usos. No obstante, señala que el Consulado está transitando hacia un cambio alentador.
La situación actual es que, hasta el cierre de solicitudes el pasado 21 de octubre, el Consulado estaba ocupado procesando los 220,000 casos presentados hasta agosto de 2023. A esto se suman las gestiones de los 350,000 españoles ya inscritos, con sus trámites estándar.
En un futuro cercano, Buenos Aires podría ser la tercera ciudad más poblada de España. Y cuando este día llegue, iniciaremos una migración hacia la península, similar a la expansión musulmana del siglo VII. Tendremos derecho a voto e influencia política remota, celebrando tradiciones locales como la aporrada del Caga Tió en Barcelona y las campanadas de Nochevieja en la Puerta del Sol de Madrid. Sin embargo, estas visiones y otras quimeras se realizarán cuando obtengamos los ansiados “papeles”. No obstante, debemos evitar exageraciones sobre esta eventual conquista posterior a Colón. Cabe señalar que existen métodos más rápidos para obtener la dualidad ciudadana.
Según el Cónsul Ridao, quien anteriormente sirvió como embajador en India y comenzó su nuevo cargo en 2024, es crucial asegurar que la comunidad española entienda que el Consulado respeta el orden de entrada de los expedientes. Se logró incluir una cláusula legislativa que permitía considerar iniciado un trámite con solo solicitar una cita. No obstante, se advierte desde la embajada que el tiempo de procesamiento será “excepcionalmente prolongado”.
El procedimiento no será rápido, acepta Ridao, pero confía en que “pronto contaremos con nuevas herramientas”. El gobierno central es consciente de que, a menos que se solucione este embudo, muchos de estos aspirantes a ciudadanos fallecerán antes de lograr su objetivo. Actualmente, el consulado dispone de 100 empleados, 3 vicecónsules y 13 vicecónsules honorarios en todo el país. A pesar de que la digitalización ha solucionado parte del proceso inicial, este también puede convertirse en un problema si se satura.
El primer bloqueo en los trámites consulares se produjo con la pandemia de COVID en 2020. Con la nueva Ley promulgada dos años después, incluso los trámites más directos como la renovación de pasaportes de ciudadanos ya inscritos sufrieron demoras de hasta tres años, ya que todo el Consulado estaba dedicado a la nueva oleada de solicitudes. Ridao explica que pocos entienden que los archivos tramitados pasan a incrementar la población de españoles registrados, al ritmo de 10,000 al mes. Estos requieren pasaportes, renovaciones, testamentos, nacimientos, y otros trámites complejos. En 2024 expidieron 1,300 pasaportes mensuales, cifra que ahora supera 5,000. “Entre octubre de 2022 y 2025, casi 200,000 personas han sido atendidas. Solo hemos completado 30,000, a razón de 10,000 por año. Este lento ritmo es lo que debemos cambiar”, concluye.
La situación sugiere un escenario de magnitud multitudinaria. “Algunos asumen que no estamos trabajando porque no hay filas visibles, pero es al contrario; trabajamos para evitarlas”, asegura Ridao. Durante cierto tiempo se dedicaron mañanas a asesorar sin cita, pero el Consulado enfrentó conglomeraciones de hasta 400 personas antes de las 8 a.m. Aún hoy, reciben unos 10,000 correos diarios, lo cual mantuvo las bandejas de entrada saturadas durante meses; esto también ya ha sido resuelto. España está evaluando actualmente soluciones sin precedentes para aliviar esta congestión. La externalización de información y la apertura de consulados honorarios en La Plata y Mar del Plata son algunas de las opciones consideradas. “No podíamos hacer mucho antes de conocer la cifra exacta.”
Cada expediente es un mundo en sí, dificultando establecer un tiempo estimado de procesamiento. Algunos casos presentan situaciones excepcionales como incendios de registros, pérdida de documentos de nacimiento y los infortunios de la Guerra Civil de 1936. Además, a nivel continental no existe en América Latina una situación comparativa. En México, Caracas y La Habana, los consulados han recibido la mitad de solicitudes. ¿Por qué? Primero, muchos más migrantes españoles eligieron Argentina. Segundo, Buenos Aires encara una transición de consulados del siglo XX al presente. Antes, los consulados se ubicaban según la distancia geográfica; en un futuro próximo, un millón de españoles dependerán de estas oficinas. Ridao ilustra: “Imaginen que La Plata debiera resolver todos sus asuntos con una sola comisaría que también oficie de Registro Civil… Debemos expandir Guido a otros puntos de Argentina y externalizar servicios para evitar el colapso del Consulado central”.
No se puede ignorar la crisis de la burocracia española, que ha estado en roce con sus vecinos mediterráneos y ha visto una creciente inmigración latinoamericana. Aunque los consulados regionales son una parte del problema, no son el único factor. Madrid actualmente aborda esta cuestión. En el pasado, el “silencio administrativo” se interpretaba como negativa, pero ahora, debido a una reforma, se acepta como positiva. “España necesita una reforma administrativa profunda, comparable al cambio de la década de los 80”, afirma Ridao. “La mera digitalización no equivale a reforma. Un sistema ineficaz que se digitaliza puede colapsar”.
La discusión ha dejado claro que las leyes recientes confirieron validez jurídica a situaciones que, hasta 2022, eran emociones. Por diferentes circunstancias, no solo la Guerra Civil, sino también sus secuelas económicas, muchos españoles perdieron contacto con su tierra. La Constitución de 1978 cumplió un deber con los miles de expatriados. Ridao concluye: “Personalmente, con orgullo diré que mis abuelos y bisabuelos emigraron a Alemania, Estados Unidos y Cuba, incluso sin saber leer ni escribir”.
“A veces se malinterpreta a estos solicitantes como migrantes en España; ellos son españoles”, reflexiona Ridao. Cree que existe una confusión: para muchos, obtener la ciudadanía es el único modo de emigrar cuando hay una variedad de visas que permiten trabajar y estudiar en España, beneficiándose de acuerdos favorables de emigración entre los países. Para un argentino con empleo legal en España, la nacionalidad llega tras dos años de residencia, sin necesidad de probar vínculos familiares. En la práctica, este camino es más directo.” El Consulado de Buenos Aires, siendo ya el más grande del mundo, eventualmente funcionará como una gran urbe, una Málaga offshore, una Sevilla sureña influenciada por el porte.