Una situación inesperada ha dejado a la comunidad de Deán Funes en shock. En esta localidad de Córdoba, se ha difundido un video en el que un sacerdote ofrece un encuentro de índole sexual a un conductor de camión. La Iglesia local tomó la decisión de separar al sacerdote involucrado de sus deberes religiosos tras la controversia generada.
Impacto en Deán Funes
Deán Funes, que cuenta con una población que apenas supera los 25 mil habitantes y se ubica a más de 110 kilómetros al norte de la capital cordobesa, vivió momentos de agitación entre sus fieles católicos. El clip de video muestra a un sacerdote del área, identificado por la comunidad como el padre Sergio Marcelo Romero de la Catedral Nuestra Señora del Carmen, haciendo una oferta clara y directa de índole sexual a un transportista.
Detalles del video viral
El material, grabado desde el interior de un camión con las luces internas apagadas, aunque con la música aún sonando, tiene aproximadamente un minuto de duración. A través de la música de fondo se distingue el tema “Con diez años más” de Sandro, mientras que, al frente, se ve una camioneta estacionada con sus luces de emergencia activadas. La puerta del camión es abierta desde afuera, revelando al padre Romero asomándose.
—¿Qué sucede? —interroga el camionero, quien sostiene el dispositivo que registra el encuentro enfocando al sacerdote.
—Hola, ¿cómo estás? ¿Querés que te practique sexo oral? —le dice el clérigo.
—No, no, no —responde rápidamente el camionero negándose.
—Está bien, amigo. Que tengan un buen viaje —dice Romero, alejándose a paso ligero hacia su camioneta estacionada frente al camión.
Dentro de la cabina del vehículo, la voz de Sandro sigue resonando con la letra “Primero de mes y diez años más/ Tengo tu querer y diez años más”, mientras el conductor reinicia su marcha.
Las repercusiones iglesia y comunidad
Romero, con casi treinta años desde su ordenación, también es miembro activo del Colegio de Consultores y el Consejo Presbiteral, además de su cargo de vicepresidente en Cáritas diocesana. Ante la difusión del video, no solo fue apartado de sus funciones, sino que también se inició una investigación en base al Código Canónico. Por su parte, la institución educativa donde brindaba servicios pastorales también optó por suspenderlo.
Frente a dichos acontecimientos, Romero se dirigió a sus seguidores en redes sociales asegurando: “Me mantengo fortalecido en mis oraciones”.
El Instituto Presbítero Sagrado Corazón (IPSC), donde Romero realizaba tareas educativas y pastorales, también decidió separarlo de sus actividades. Aunque el hecho no ocurrió en un contexto escolar, la institución expresó sentirse triste y confundida, pidiendo sensibilidad y respeto a la comunidad.