Un hecho insólito y alarmante se llevó a cabo en un restaurante de El Calafate, cuando un individuo entró con una escopeta después de que le rechazaran un pedido a crédito; al trabarse el arma, optó por lanzar las balas manualmente en un arrebato de frustración. Las cámaras de seguridad del local captaron todo el incidente, y al día siguiente las autoridades lograron detener al agresor.
El rechazo y el regreso violento
El incidente ocurrió la noche del martes 29, como lo mostraron los videos de vigilancia del lugar. Federico, el propietario del establecimiento, describió que Benito Galarza fue quien inicialmente pidió fiado. Al negar su solicitud, Galarza se retiró, pero volvió poco después de las ocho armado con una escopeta y cargado de cólera.
Un intento fallido y agresivo
Inmediatamente, el hombre pateó la puerta del negocio, entró haciendo escándalo y armado con el objetivo de intimidar. En un alarde de violencia, insultó a los presentes y comenzó a introducir las balas en la escopeta, pero la situación no salió como pensaba. Debido a los nervios, algunas balas se le cayeron al suelo y cuando finalmente logró colocarlas, el arma se atascó. Decidido a no irse con las manos vacías, intentó llevar su amenaza a cabo lanzando las balas con la mano.
El desenlace y la persecución
Desgastado por la frustración, el agresor arrojó un banco hacia uno de los empleados, pasándolo por encima de la barra antes de huir. Uno de los trabajadores lo persiguió en su escape. Tras la agresión, Federico denunció lo ocurrido en la comisaría local, lo que permitió que las fuerzas del orden detuvieran a Galarza al mediodía del miércoles.
Intervención policial y nuevos descubrimientos
De acuerdo con el portal Ahora Calafate, la policía encontró el vehículo de Galarza, una Ford Ecosport, en el estacionamiento de un supermercado de la zona. La pareja de Galarza estaba en el vehículo y, al ser requerida por la policía, intentó huir, resultando en un oficial herido levemente. Así, fue arrestada por resistencia y atentado contra la autoridad.
Un equipo de fuerzas especiales procedente de Río Gallegos allanó la casa de Galarza, donde fue finalmente arrestado cuando intentaba escapar por el patio trasero. El juez Alberto Ludueña ordenó su detención por amenazas agravadas y daños, aunque no pudieron encontrar el arma durante los allanamientos, que se extendieron a cuatro propiedades.
En una de las viviendas se hallaron elementos sospechosos: dos fundas de chaleco antibalas y una tonfa, supuestamente pertenecientes a la Policía de Santa Cruz, lo que dio pie a una nueva línea de investigación. Además, se incautaron dispositivos electrónicos y un televisor que podrían haber sido sustraídos en otro robo.
SMB