Hace poco tiempo, la realidad de José Luis Gutiérrez, de 29 años, era distinta. Junto a su esposa y sus hijos, estaba esperando con ilusión la llegada de su tercer hijo. Durante el fin de semana largo, sus dos hijos, de 4 y 6 años, viajaron de vacaciones a Las Grutas en compañía de sus abuelos y su tía, mientras que José permanecía en Catriel, Río Negro, junto a su esposa.
Poco después, recibió la desgarradora noticia de que un automóvil había chocado el coche de su padre. En ese trágico accidente, perdió a sus dos hijos, su madre y su hermana.
El accidente ocurrió el viernes 21 de noviembre, a las 7 de la mañana, en el kilómetro 1204 de la Ruta Nacional 22. En ese momento, Liliana Cocuzza, de 60 años, su esposo Justo Pastor Gutiérrez, de 64, su hija Carina Gutiérrez Cocuzza, de 32, y los dos niños, viajaban en una Ford Ecosport.
Un equipaje en el techo del vehículo se soltó y Justo detuvo el coche en el carril izquierdo, que prácticamente no tenía arcén, para recuperarlo. Hizo señales a los vehículos que transitaban por la carretera para que lo esquivaran, pero uno no pudo hacerlo.
A una velocidad de 170 km/h, una Volkswagen Amarok V6 sin matrícula, manejada por Axel Araneda, de 29 años, impactó con el auto de Justo, arrastrándolo más de 30 metros y causando que se incendiara. Liliana y Carina murieron al instante por el impacto, mientras que los niños fallecieron por inhalación de humo. José perdió a todos, excepto a su padre Justo.
El martes pasado, José recibió a su tercer hijo. En medio de un profundo dolor, su recién nacido se ha convertido en su razón de ser.
José dice: “Mi hijo siempre tuvo una gran devoción por el mar. Cada año íbamos a Las Grutas, pero este no pudimos en febrero. Por esa razón, mis padres decidieron llevarse a los niños y a mi hermana a Las Grutas. Ella adoraba a los niños, tenía un don especial. Planeaban regresar el martes o lunes para conocer al hermanito”, menciona José en conversación con Clarín.
Liliana era una doctora muy apreciada en Catriel, dedicada plenamente a su vocación de servicio. El martes iba a recibir su pensión para comprar un coche nuevo junto a su esposo y dejarle a José y su familia la Ecosport en la que viajaban al momento del accidente.
Un trágico accidente en la Ruta 22
José recuerda los momentos previos al accidente y siente culpa por una decisión de último minuto.
“Yo coloqué el equipaje en el techo y siempre le aseguro con una cuerda, pero esta vez dije que no era necesario, que si iban despacio no pasaría nada. Lamentablemente, el equipaje se soltó y tuvieron que detenerse ahí, donde no hay arcén. Justo se detuvo incorrectamente, pero todos dicen que puso las luces de emergencia y hacía señales para que los autos disminuyeran la velocidad”, relata José.
Y añade: “Algunos vehículos pararon, pero cuando intentó recoger la maleta, una camioneta pasó y arrolló la Ecosport. Perdí a mi madre, hermana y mis dos hijos, pero Dios me envió a mi hijo para darme un propósito. No he empezado mi duelo porque debo ser fuerte para que mi padre no se derrumbe de nuevo”.
Justo recibió atención médica en un hospital de Allen por el estado de shock en el que se encontraba, y fue dado de alta poco después. José afirma que está concentrado en apoyar el dolor de su padre y de su esposa, quien acaba de dar a luz.
Justicia para las víctimas
El domingo, durante una audiencia de presentación de cargos contra Axel Araneda, el juez dictaminó que el acusado de homicidio con agravantes permanecería en prisión preventiva hasta marzo de 2026, mientras se lleva a cabo la investigación penal.
Según el Ministerio Público Fiscal de Río Negro, Araneda conducía bajo los efectos del alcohol, con niveles entre 0,78 y 1,09 g/l, según lo estimado por un forense. Viajaba a 170 km/h, bajo influencia de drogas y antes del accidente, subió fotos conduciendo la camioneta usando el móvil.
En la audiencia, la acusación argumentó que la camioneta de Araneda colisionó con el vehículo detenido en el carril izquierdo, arrastrándolo más de 37 metros. Esto provocó que la Ecosport se incendiara de inmediato, lo que llevó a la muerte de los ocupantes.
Araneda, un vendedor de coches, estaba en libertad condicional tras cumplir casi toda una condena de cinco años por narcotráfico. Su defensa culpó a Justo por detenerse en el carril izquierdo.
José espera que Araneda reciba cadena perpetua después del periodo previsto para la investigación. El viernes, José y su padre lideraron una marcha en Catriel para exigir justicia.