Una argentina agredida en un bar de Madrid comparte su experiencia: “Nos sentimos humilladas

Laura Varela y Vanina Fuentes, quienes viajaron desde Granada, se dirigieron con entusiasmo a un conocido bar de Madrid, solo para ser expulsadas de manera violenta. Su testimonio busca sacar a la luz estos sucesos llenos de indignación.

Con mucho empeño, Laura y Vanina, una pareja de origen argentino residente en Granada, planificaron una visita a la capital antes de dirigirse a Burgos para celebrar el cumpleaños de la nieta de Vanina. Su objetivo era experimentar el famoso Toni 2 Piano Bar, un sitio distinguido por su ambiente acogedor y festivo, donde el karaoke alrededor de un piano de cola es la principal atracción. “Lo seguíamos en Instagram y nos entusiasmaba conocerlo por lo divertido que parecía”, comentó Laura en una entrevista.

Alrededor de las 23 horas, se presentaron en el lugar, aguardando pacientemente como los demás. “Estábamos vigésimas en la fila cuando un hombre, el mismo que aparece en el video, nos trató de manera despectiva”, describió Laura. Observaban asombradas cuando un vehículo de lujo se detuvo, y su conductor preguntó el precio para entrar junto a siete acompañantes. La respuesta fue tajante: “Mil euros”.

“Parecía un acuerdo entre ellos”, reflexionó Vanina acerca de la escena vivida.

Una noche prometedora

Consiguieron entrar cuando el reloj marcaba medianoche. Compartieron unas bebidas con otra pareja argentina de Tucumán, que disfrutaba de sus primeras vacaciones juntos, aprovechando que sus hijos ya eran adolescentes. Todo parecía ir bien hasta que un camarero se acercó para informarles que debían moverse, ya que había otro grupo dispuesto a ocupar su sitio. “Nos negamos, llevábamos más de una hora allí después de haber estado desde las 23 en la fila”, recuerda Laura.

Un suceso bochornoso

En un video grabado, se pudo observar cómo el conflicto fue escalando, donde la pareja tucumana fue violentamente desalojada, mientras que a Laura y Vanina se les empujó.

En medio de la confrontación, Laura pregunta si la razón del desalojo era la diferencia en sus consumiciones respecto a las de la otra pareja. Grabó parte del altercado, capturando cómo un hombre de seguridad lanzaba a la pareja tucumana al suelo y trataba con brusquedad a su mujer. “Gracias a que estaba grabando, no se lanzaron sobre nosotras”, afirmó.

El momento más impactante fue cuando, ya en el exterior, un guardia se dirigió a ellas con desdén: “Sois argentinos, sois animales”.

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Graves declaraciones

La grabación de este incidente se propagó rápidamente en redes sociales, mostrando el trato violento del cual fueron objeto.

Pese a que el incidente fue difundido ampliamente, ninguna autoridad del bar intervino para detener la agresión. “Nadie intentó detener lo que estaba ocurriendo”, expresó Laura, lamentando no haber tenido tiempo de formalizar una denuncia debido a sus compromisos. “Consideramos la opción de hacerlo online, pero requiere presencia en comisaría y no podíamos faltar al trabajo”, explicó.

Exponer la situación

Laura y Vanina decidieron compartir lo sucedido para hacer visible este tipo de violencia. “Es crucial revelar estas situaciones. La gente no debe ser maltratada bajo ningún pretexto y el respeto no debe depender del monto consumido”, opinan ambas.

A pesar de dejar su queja en Google, la respuesta del bar fue evasiva y sugirió posibles repercusiones si las imágenes se divulgaban. Una comunicación con la cuenta del bar solo resultó en un correo aparentemente no oficial.

La respuesta del bar, tras la valoración negativa dejada por Laura, limitándose a lamentar el incidente y a emitir advertencias.
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Las dos quedaron profundamente impactadas por lo vivido. “Como dueñas de un bar en Granada, entendemos la importancia de la cortesía hacia los clientes. Nada similar nos había ocurrido en España, donde siempre hemos sido bien recibidas. Esto no debe quedar sin sanción, permitiendo que tal violencia perdure”, concluyeron.

“A mis cincuenta años, nunca había experimentado algo así. Pagamos quince euros por una entrada que incluía una bebida, y todo lo demás costó más de lo esperado. Fue una desilusión total salir con tal sensación de menosprecio”, reflexionó Laura al finalizar.

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