Erin Victoria Ko Han, una joven de 13 años, de origen chileno y con padres coreanos, perdió la vida en un trágico accidente en Miami, donde su familia se había establecido hace un año. Junto con Mila Yankelevich de 7 años, nieta de Cris Morena, fallecieron cuando el velero en el que navegaban colisionó con una embarcación de mayor tamaño en la Bahía de Biscayne. Su padre, Pil Jye Ko, clama por “justicia” mientras enfrenta un dolor inconmensurable.
Un padre desconsolado
Vestido de manera sobria, Pil Jye Ko aparece con las manos entrelazadas y la mirada fija y vidriosa, tal vez reflejando el dolor que siente. “Cuando la dejamos en el campamento de verano del Miami Yacht Club, su despedida fue ‘Adiós papi, mami’”, recordó Pil con voz entrecortada en una entrevista para Local 10 News en Miami.
“Siento algo en el corazón que no logro arrancar”, expresó visiblemente afectado, llevándose la mano al pecho. Continuó: “No sé cómo decir adiós a nuestra hija.”
Describiendo a Erin como su “hija perfecta”, Pil expresó la urgencia de encontrar al responsable de esta tragedia: “Necesito encontrar justicia.”
Testimonio de dolor
La familia, a través del tío y padrino de Erin, Alvin Wu, lanzó un comunicado a los medios locales: “Nuestras vidas han sido irreversiblemente alteradas por un accidente devastador que nos quitó a Erin demasiado pronto, dejando a nuestro núcleo familiar sumido en un dolor inimaginable”.
“Nuestro pesar también alcanza a todos los involucrados en esta tragedia. Llevamos en el corazón a las otras víctimas y a sus familias”, continuaba el comunicado, acentuando “la persona excepcional que fue Erin y la luminosidad que aportó al mundo”.
Un recuerdo imborrable
Hasta el año anterior, Erin cursó estudios en el colegio San Pedro Nolasco de Vitacura, en Chile. Desde allí, la noticia de su fallecimiento fue anunciada por el Consulado General chileno en Miami, y la institución la despidió por redes sociales.
La escuela, en un mensaje de Facebook, recordó a Erin como parte de su comunidad desde 2016 cuando ingresó al jardín infantil y hasta 2024, cuando se mudó con su familia a Estados Unidos.
En el colegio, fue reconocida como una “alumna integral, cercana, empática y buena compañera. Sobresalió en lo académico, principalmente en Matemáticas, y participó activamente en la comunidad escolar en el equipo de voleibol y el taller de trapecio y telas”.
“Erin ha partido para encontrarse con el Padre, pero deja una marca duradera en nuestra comunidad, donde sus amigos, primos y maestros la mantendrán en su memoria con todo su cariño”, indicaron las autoridades del colegio, anunciando una ceremonia en su honor este jueves en la mañana.