Un Trágico Camino al Trabajo
Ramón Oscar Olivera tenía la intención de celebrar sus 50 años el próximo 7 de enero. Recientemente, había recibido la alegría inmensa de que se convertiría en padre por primera vez. Sin embargo, su vida se apagó trágicamente el domingo pasado mientras se dirigía a su lugar de trabajo en Nordelta. Olivera fue atropellado mortalmente por una conductora que estaba bajo los efectos del alcohol.
Detalles del Accidente
La conductora responsable ha sido identificada como Yesica Loreley Quevedo, de 41 años. Viajaba en un Jeep Renegade y no percibió la presencia de la víctima, quien avanzaba por el lado derecho del Corredor Bancalari. Olivera recibió el impacto fatal mientras caminaba de espaldas, sin percatarse del inminente peligro.
Consecuencias Jurídicas
Información proporcionada por el diario Clarín indica que Quevedo optó por no hacer declaraciones ante el fiscal responsable del caso. Ha sido acusada de “homicidio culposo” y quedó en libertad tras el pago de una fianza este martes.
Oscar Olivera murió tras ser atropellado por una conductora ebria en el Corredor Bancalari, localizado en Tigre.
El Impacto del Accidente
El test de alcoholemia realizado a Quevedo reveló un nivel de 0,63 gramos por litro de sangre, superando la tolerancia cero impuesta en la Provincia de Buenos Aires.
Una cámara de seguridad capturó el momento preciso del accidente, que sucedió alrededor de las 7 a.m., cerca del barrio cerrado Santa Bárbara, en General Pacheco, partido de Tigre.
Oscar había salido temprano desde la casa de su pareja en Grand Bourg (Malvinas Argentinas) para cumplir con su trabajo en Nordelta. Dependía de tres autobuses y un recorrido a pie hasta encontrarse con un compañero que lo llevaba al country donde realizaba labores de mantenimiento.
Olivera era experto en albañilería, pintura, plomería y jardinería. Amante de River aunque no fanático, había iniciado una relación amorosa con Paola, de 42 años, y en dos meses ya esperaban un hijo.
Originario de Corrientes, vivió con sus difuntos padres en Ricardo Rojas hasta empezar una relación con su actual pareja. Formaba parte de una extensa familia de 15 hermanos.
Loreley Quevedo, al volante bajo los efectos del alcohol, fue la responsable del accidente fatal en Tigre.
Marta Beatriz Olivera, de 52 años, tenía un lazo especial con su hermano. Con emoción declaró: “Mi hermano era como mi otra mitad. Saludable, esperando su primer hijo, trabajaba arduamente hasta 15 horas al día. Siempre actuó bien”.
Agregó: “Esta mujer, con alcohol en su sistema y posiblemente distraída por su teléfono, nos arrebató la vida de mi hermano y nos afectó a toda la familia”.
En su entorno cercano, lo apodaban “Japo” por sus ojos rasgados, mientras que en el empleo lo llamaban “Gringo”.
Cuando Beatriz llegó al sitio del accidente, la escena era desoladora: “Las pertenencias de mi hermano estaban esparcidas por el lugar: su abrigo, cigarrillos, celular, encendedor, gafas. Él estaba totalmente mutilado, con el rostro irreconocible”.
Oscar Olivera pereció tras ser alcanzado por una conductora ebria en el Corredor Bancalari, en Tigre.
La Conductora: Su Hoy
Loreley “Lola” Quevedo, originaria de Pontevedra (Merlo), radica actualmente en Lomas de Zamora. Posee un negocio dedicado a la venta de mats, las conocidas colchonetas o esterillas para yoga.
Loreley Quevedo, la conductora en estado de ebriedad, fue la autora del trágico accidente en Tigre.
El caso está siendo investigado por la comisaría 2da. de Tigre y el fiscal Cosme Iribarren, quien estuvo a cargo inicialmente en Benavídez, pero luego fue transferido a su colega José Amallo.
Amallo también lleva a cabo pesquisas sobre la grabación del documental “Justicia Divina”, el cual generó revuelo en el juicio del fallecimiento de Diego Armando Maradona debido al escándalo originado por la jueza de San Isidro, Julieta Makintach, destituida por sus acciones.
Colaboración por: Emmanuel Dalbe
EMJ
