El auge de las redes sociales como fuente educativa
Hoy en día, se enfrentan situaciones financieras a diario, ya sea encontrando la mejor forma de pago en un supermercado o gestionando nuevas cuentas bancarias. Con la digitalización, herramientas como billeteras virtuales han simplificado muchos procesos financieros, lo que ha llevado a las redes sociales a ocupar un lugar destacado en la formación de jóvenes sobre finanzas. Esta tendencia representa ciertas amenazas además de oportunidades.
Adopción de influencers como educadores financieros
Un estudio titulado “El valor de aprender”, realizado por IPSOS y Santander en diez países, revela que uno de cada tres jóvenes entre 16 y 24 años acude a plataformas como Instagram y YouTube para obtener conocimientos financieros, relegando los métodos más convencionales de enseñanza.
Este fenómeno cobra particular relevancia en Argentina, donde el 33% de los jóvenes opta por las redes para aprender de finanzas, mientras que el 86% afirma no haber recibido educación financiera escolar, una de las cifras más altas reportadas. A pesar de este déficit educativo, el 84% de quienes no tuvieron clases de finanzas desearían haber accedido a ellas.
Según el análisis basado en 20.000 encuestas, solo el 20% ha participado en algún curso formal de educación financiera, aunque un impresionante 95% está al tanto de sus beneficios potenciales. En el país, los jóvenes están más expuestos, con 7 de cada 10 sufriendo intentos de estafa digital y casi 1 de cada 4 siendo víctimas de fraude en línea.
Entendiendo la diferencia entre conocer e informarse
Existen paradojas evidentes en este estudio global. Mientras que el 61% de los encuestados considera tener conocimientos en finanzas, apenas un 11% se siente efectivamente informado. En Argentina, solo el 27% respondió correctamente a una pregunta básica sobre inflación, destacando la brecha entre percepción y realidad.
El informe además recoge que, de los que aprecian la educación financiera, el 64% cree que facilita mejores decisiones, el 59% considera que ayuda a una mejor gestión del dinero y 40% opina que reduce el estrés financiero. Sin embargo, existe un gran obstáculo: el 44% apunta al costo y el 31% a la falta de tiempo como barreras para formarse.
A falta de espacios educativos formales, las redes sociales se han convertido en el escenario de los llamados finfluencers, quienes, sin una educación crítica adecuada, pueden generar desinformación. Cabe destacar que el 90% de las personas reconoce el papel crítico que los bancos deben tener en la educación financiera.
Dentro de este contexto, Santander ha desarrollado iniciativas como talleres presenciales y recursos digitales dirigidos a la educación financiera, además de programas enfocados en prevenir fraudes virtuales y fomentar un manejo responsable del dinero.
En el caso de los adolescentes, la entidad bancaria aborda desde hace dos años el tema de la ludopatía mediante charlas en escuelas de todo el país. Para los adultos mayores, las capacitaciones se centran en fortalecer la ciberseguridad en el uso diario de servicios financieros.
Los peligros de la “escuela” de las redes
Nicolás Zabrana, profesor de la UTN experto en recursos humanos y startups digitales, comenta que no todo lo que brilla en el mundo de los influencers financieros es oro. Muchos venden cursos o grupos de inversión que prometen rentabilidad sin destacar la importancia del ahorro y la gestión de riesgos, fundamentos esenciales de la inversión.
Según Zabrana, estas plataformas hacen a la generación actual especialmente vulnerable a engaños por parte de falsos expertos. Recomienda formarse en instituciones reconocidas y tener en cuenta que el camino financiero requiere tiempo y paciencia. “No existen atajos baratos y nadie cuidará de tu dinero más que tú”, enfatiza.
Damián Vlassich, líder de Estrategias de Inversión para IOL Inversiones, coincide en que las redes sociales al mismo tiempo democratizan el conocimiento financiero y propagan desinformación y falsas esperanzas. Afirma que los contenidos que prometen riquezas instantáneas son engañosos, ya que la verdadera educación financiera enfatiza la disciplina, el tiempo y la consistencia.
Para un aprendizaje efectivo en redes, Vlassich sugiere no depender únicamente de un influencer, sino buscar información en múltiples fuentes como reguladores financieros y educadores certificados. Además, señala que los clips de redes sociales ofrecen información general y nunca deben reemplazar asesoramiento financiero personalizado.
