Familia golpeada por la tragedia
Stella Rosso, de 76 años, y su yerno, Juan Manuel Roldán, de 43, enfrentan día a día la pérdida mientras claman justicia por el trágico fallecimiento de Ana Carolina Fiorino, la hija de Stella y compañera de vida de Juan, quien murió el 10 de agosto pasado en La Plata.
El día fatal
Esa mañana, Ana viajaba como pasajera junto a Juan, en su camino hacia Pergamino. Un Nissan March fue impactado por un Renault Clio en la intersección de avenida 7 y calle 49, justo en el centro de la ciudad.
Rodrigo Maximiliano Insaurralde, de 42 años, era quien conducía el Clio a alta velocidad, a 110 km/h, ignorando señales de tráfico. Durante su declaración, reconoció haber consumido cocaína, vino y clonazepam, pero aseguró no recordar el momento del accidente.
Consecuencias del accidente
La tragedia ocurrió cerca del Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano y causó varios heridos. El juicio del abogado y broker inmobiliario, quien cerró sus cuentas en redes sociales, será liderado por la jueza Carolina Crispiani del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de La Plata.
Insaurralde enfrenta cargos de “homicidio simple con dolo eventual”, lo que lleva una sentencia posible de 8 a 25 años de prisión. El fiscal Carlos Vercellone y el juez Agustín Crispo estuvieron a cargo de la investigación.
A pesar de los esfuerzos de su defensa, a cargo de Nicanor María Garganta y Micaela Belén Vivas, Insaurralde sigue en la Unidad N° 22 de Lisandro Olmos, después de sus heridas en el accidente. Se informó que usa muletas y recibe tratamiento médico.
Insaurralde admitió que su adicción a la cocaína empezó en 2008, cuando era parte de una banda de rock. Relató que, la noche anterior al accidente, consumió cocaína con un amigo y más tarde, al llegar a casa, tomó clonazepam.
El incidente lo dejó internado en el Hospital San Martín con fracturas graves; lo operaron dos veces. Juan también sufrió lesiones serias de las cuales físicamente se recuperó, pero no emocionalmente.
Juan contó a Clarín que tras el accidente sufrió múltiples heridas severas y su visión fue afectada. Manifestó que el impacto fue tan grave que su ojo se salió y sufrió daño cerebral.
La pareja se despertó temprano el 10 de agosto para regresar a Pergamino. Después de un curso en Buenos Aires, decidieron quedarse en un hotel en La Plata para ahorrar. Juan, tras su retiro forzoso, se dedicó completamente a Ana.
Stella y Juan, aun con su dolor, se sostienen mutuamente en esta etapa difícil. Han confiado sus asuntos legales a los abogados Agustín Rodríguez y su equipo.
Stella, quien ha soportado la pérdida de su esposo y otro hijo en circunstancias adversas, se encuentra devastada. Su esposo y su hijo mayor fallecieron en accidentes trágicos en años anteriores. Afrontar la tragedia de Ana ha dejado en Stella un vacío irreparable.