En un brillante día en la Usina Cultural de Salta, un grupo juvenil amenizó el evento de inicio del programa “Comunidades de Crianzas”. Este no era un simple inicio: el lugar estaba colmado de educadores, líderes de la comunidad, mujeres con bebés, profesionales de la salud y promotores sociales, todos reunidos con la intención de replantear cómo cuidamos y educamos a nuestras niñas y niños.
Un Cambio de Paradigma en la Crianza
Esta propuesta, liderada por el Gobierno de Salta junto con UNICEF, pretende un nuevo enfoque: ver la crianza como un compromiso que trasciende el ámbito privado de las familias, siendo una misión compartida entre el gobierno, la comunidad y sus miembros.
El Compromiso del Estado y la Comunidad
En este contexto, el gobierno debe proporcionar los apoyos necesarios para que las familias y comunidades puedan brindar cuidado seguro y afectuoso a las niñas y niños, promoviendo espacios libres de violencia. La meta es construir una red social donde el amor, el respeto y la responsabilidad colectiva fortalezcan la protección y eliminen prácticas nocivas que aún pueden persistir en algunos hogares.
Fortaleciendo Prácticas Respetuosas
Marcela Alarcón, subsecretaria de Primera Infancia en la provincia, subrayó en la presentación: “El cuidado cariñoso y libre de violencias es un compromiso colectivo”. Añadió que el objetivo es reforzar prácticas empáticas, erradicar violencias normalizadas y desigualdades en la distribución de tareas.
Red de Promotores de Crianzas
Lanzado en la Usina Cultural, este proyecto conecta a los municipios de Cafayate, Cerrillos, Tartagal, Orán, General Güemes, El Tala, Apolinario Saravia, La Merced, Metán y Salta Capital. Mediante cursos, talleres, campañas y un equipo multidisciplinario, se busca mejorar cómo las familias y comunidades apoyan el desarrollo de niñas y niños.
Con el respaldo de la Universidad Provincial de la Administración, Tecnología y Oficios (UPATECO), este plan promueve la formación de una red de Promotores de Crianzas que, una vez certificados por un curso universitario, trabajarán en terreno apoyando a las familias y conectando con servicios locales de salud, educación y desarrollo social.
Eliana Regales, asesora pedagógica del proyecto, encapsuló el propósito de la formación: “Abordamos desde crianzas respetuosas hasta estrategias de intervención familiar, con perfiles diversos que comparten un objetivo común: el compromiso con su comunidad”.
El proyecto abarca talleres de sensibilización, encuentros familiares, adecuación de espacios públicos, actividades culturales y una estrategia de comunicación comunitaria que emplea radios locales, expresiones artísticas y un portal digital con recursos útiles para cada etapa de la crianza. La iniciativa no solo busca transmitir contenido, sino también generar diálogos, rescatar saberes comunitarios y crear redes de apoyo entre los vecinos, consolidando una gran comunidad de soporte para el cuidado de los niños y niñas.
Alejandro Navia, uno de los promotores capacitados en la primera generación, destacó: “Este programa cambió nuestra perspectiva acerca de la crianza. No solo adquirimos técnicas y conocimientos, sino que comprendimos que apoyar a una familia es respaldar a toda una comunidad. Representa un cambio en la visión y en nuestro compromiso con el futuro de las infancias”.
Uno de los objetivos centrales del proyecto es mejorar prácticas de crianza no respetuosas y enfrentar situaciones de violencia que aún se observan en ciertas comunidades. En los talleres de formación se identificaron desafíos comunes: la prevalencia del uso de pantallas frente al juego al aire libre, la dificultad de los cuidadores para interactuar con sus hijos mediante el juego, el reto de establecer y mantener límites de una manera respetuosa, así como ciertas prácticas de crianza no sanas, que varían según cada contexto local.
La propuesta busca reforzar prácticas de crianza empáticas y respetuosas, erradicar formas de violencia como los gritos o el castigo físico, y promover un reparto más equitativo de las labores de cuidado. Para conseguirlo, el programa sugiere un proceso continuo de capacitación, escucha atenta y colaboración entre familias, comunidad y gobierno.
El programa ya ha certificado a 90 Promotores de Crianzas, pero se espera que esta cifra aumente rápidamente. Marcela Alarcón resumió: “No buscamos solo una estructura operativa, sino un ecosistema social en desarrollo, donde cada participante aporte compromiso, conocimientos y sensibilidad para asegurar que las infancias en Salta crezcan con dignidad, amor y oportunidades”.
Hernán Monath, Oficial de Protección de Derechos de UNICEF, explicó que esta iniciativa es parte de un programa más amplio que aspira a garantizar entornos de protección y estímulo para la primera infancia. Este enfoque integra los derechos de la niñez, equidad de género y respeto por la diversidad cultural de Salta, una provincia con una amplia variedad de costumbres y prácticas de crianza.
El objetivo es claro y desafiante: comunidades donde cada niño y niña pueda crecer con amor, respeto y oportunidades, con familias apoyadas, promotores capacitados y una sociedad que vea el cuidado y la crianza como una tarea compartida.
Para continuar apoyando proyectos como este, la participación solidaria es esencial. Quienes deseen contribuir, pueden sumarse a la campaña, marcando el 0810-333-4455 o visitando unicef.org.ar/unsol. Los que comiencen a donar o aumenten su aporte mensual, participarán en un sorteo: Renueva tu casa con Naldo (ver bases y condiciones en unsolparaloschicos.com.ar). Con tu ayuda, cuidemos juntos lo que más importa.