Cantando por un cambio: el reclamo resonante de los médicos
“Sin residentes no hay hospital, precarizados no vamos a trabajar”, es el lema que resuena en la “Noche de Velas” frente al emblemático Obelisco. Aquí, un grupo de médicos del Hospital Garrahan se ha congregado en una marcha pacífica para alzar su voz por mejores condiciones laborales.
Solidaridad y esperanza en una vigilia iluminada
Las luces de las velas y corazones de color violeta brillan intensamente, sostenidos por las manos unidas de residentes y médicos de planta. Este gesto simboliza su petición de mejoras salariales y condiciones laborales justas en el Hospital Garrahan. Los pacientes y sus familiares también han sumado su apoyo en esta causa. En la explanada, fotografías conmovedoras de los pequeños pacientes atendidos en el Garrahan ocupan un lugar central.
Lucía Balzarotti, quien cursa su segundo año de residencia en el Garrahan, expresa la complejidad del camino por delante. Aunque el lunes se llevó a cabo un encuentro en el hospital con representantes del Ministerio de Salud, el Consejo del Hospital Garrahan y miembros de la Asamblea de Residentes, las propuestas no fueron satisfactorias.
“Nos ofrecieron un bono de 300.000 pesos, pretendiendo que nuestro salario se equilibre con el de la Ciudad, alcanzando los 1.300.000 pesos”, comenta Lucía, aclarando que no hubo nada oficial ni en papel. Dicho bono, que no forma parte del sueldo regular, fue solo una oferta verbal.
Tensiones persistentes y anuncios vacíos
El domingo, a través de redes sociales, el hospital anunció un aumento salarial para los residentes, algo que fue replicado por el ministro de Salud, Mario Lugones. Sin embargo, el lunes el esperado comunicado oficial nunca se materializó, generando descontento entre los profesionales que esperaban un aviso formal del Ministerio de Salud, su empleador.
El anuncio mencionaba un incremento “cercano a $ 1.300.000 desde el 1° de julio”, pero esa promesa quedó en el aire. La forma y el medio del anuncio fueron cuestionados, aumentando el desasosiego. Posteriormente, en las reuniones internas, los residentes decidieron no levantar la huelga.
“Pese a lo dicho en redes, no hemos recibido ningún aumento formal ni han programado reuniones con el Ministerio”, afirmaron los residentes, reiterando su decisión de continuar con la protesta pacífica en el Obelisco, como parte de la “Noche de Velas”.
Las jefaturas de Servicio del Hospital Garrahan apoyaron a los residentes, criticando el anuncio del domingo por su falta de claridad y tono amenazante. Subrayaron que el problema fundamental, una urgente recomposición salarial para el personal estable, sigue sin resolverse.
Profundo descontento y mociones internas
Mientras el Hospital Garrahan debe manejar el aumento de sus fondos propios, el sindicato ATE denunció que un alto porcentaje del personal no se beneficiará con el incremento. En respuesta, han convocado a una asamblea general.
El Ministerio de Salud, pese al comunicado inicial, subrayó que el aumento debía derivar de ahorros del hospital, actuando solo como aval de la medida. “El ajuste lo está gestionando el hospital, no el Ministerio”, explicaron, delegando así la responsabilidad.
Acusaciones legales y desafíos estructurales
En un paralelo conflicto, el fiscal federal Guillermo Marijuan imputó al ministro Lugones por presuntas irregularidades. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y la diputada Marcela Campagnoli lo acusaron de haber forzado la renuncia del Consejo Directivo del hospital por otorgar un bono al personal sin su conocimiento, lo cual contradice normativas.
El bono, argumentan las denunciantes, es una prerrogativa histórica del consejo directivo, capaz de asignar fondos a los profesionales de salud sin requerir la aprobación del Ministerio. Esta situación ha escalado las tensiones políticas y administrativas alrededor del Garrahan.
