La embarcación del streaming permanece inactiva en el puerto: los pasos necesarios para que navegue

Tras pasar tres días, las 30 personas entre científicos y técnicos a bordo del buque Falkor (too) continúan aguardando el inicio de su travesía hacia el Atlántico Sur. Este viaje oceánico sigue el estilo del imponente streaming realizado a mitad de año en el fondo del mar. Aunque el ánimo ha decaído de entusiasmo a frustración tras tantas horas de espera, una fuente en el barco indicó que “la situación está mejorando” y que “se espera zarpar a las 13 horas”.

La autorización restante debía ser proporcionada por Luis Petri, actual Ministro de Defensa y candidato a diputado, quien dejará su puesto en diciembre. Un grupo de investigadores del Servicio de Hidrografía Naval, dependiente del Ministerio de Defensa, había reservado un espacio en la expedición del buque del Schmidt Ocean Institute (SOI) en el Atlántico Sur. También se incluía a investigadores del Conicet. Sin embargo, se confirmó que Petri no firmó ni planea hacerlo.

Petri delegó esa responsabilidad al “Director del Servicio de Hidrografía Naval”, facultándole para oficializar el Convenio entre el Ministerio de Defensa y el Schmidt Ocean Institute. Este acuerdo está en curso bajo el expediente electrónico Nº EX-2025-99684111- -APN-SHN#MD, según acceso a una resolución ministerial obtenida por Clarín.

Las razones detrás del estancamiento

El contraalmirante y licenciado Hernán Jorge Montero, según la página oficial del Servicio de Hidrografía Naval, es quien ahora lleva las riendas. Se dice que él mismo se dirige el viernes por la mañana a despedirse de la tripulación, con la embarcación lista para partir hacia las áreas de Bahía Blanca y Rawson conforme al cronograma de permiso hasta el 30 de octubre.

Desde el gobierno se destacó que Petri evitó firmar el acuerdo, argumentando que el Servicio de Hidrografía Naval “posee la competencia técnica-científica para ello”. Mientras tanto, algunos científicos a bordo del Falkor (too) discuten si hay factores adicionales en juego, ya que llevan más de 72 horas esperando.

El retraso de la expedición “Ecos de 2 cañones” fue comunicado en redes sociales, sumando frustración. Parte del enojo proviene de los costos de mantenimiento del barco, alrededor de 150.000 dólares al día, a cargo de la empresa que amablemente cede la embarcación con propósitos científicos. También está la incredulidad ante la tardanza en resolver un acuerdo que debió completarse hace tiempo, dejando a la tripulación literalmente varada en el Puerto de Buenos Aires. Esta situación es comparada con la ágil misión al cañón submarino de Mar del Plata a mediados de año, cuyas autorizaciones fueron rápidamente resueltas entre el SOI y el Conicet.

En el marco de las elecciones legislativas, algunos especulan si, de haber firmado el acuerdo, Petri habría sido asociado a una línea “pro-científica”, una imagen que podría no convenirle ante la gestión nacional que ha decaído en confianza hacia el sector desde finales de 2023.

Nadiese pone de acuerdo respecto a las causas del retraso, aunque en la discusión se mencionan diferencias “jurídicas” en algunas cláusulas del convenio, además de cuestiones con la bandera del barco (estadounidense).

Ahora que el acuerdo recae en el Servicio de Hidrografía Naval, muchos respiran aliviados, ya que es la entidad a cargo. La expedición, inicialmente nombrada “Frente del Talud de Patagonia: morfología del fondo submarino, masas de agua y corrientes oceánicas”, fue rebautizada para su difusión como Ecos de 2 cañones.

La expedición tiene objetivos ambiciosos: cartografiar el lecho marino, desplegar boyas con sensores, manejar vehículos submarinos remotamente y recolectar muestras de agua, plancton y sedimentos para entender la interacción entre la orografía del talud continental, las corrientes oceánicas y la biodiversidad marina en el Mar Argentino.

El equipo de investigación proviene principalmente del Servicio de Hidrografía Naval y del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA-UBA-Conicet), junto con docentes del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO-UBA) y de la Escuela de Ciencias del Mar, FadARA-UNDEF. Lidera el proyecto Silvia Inés Romero, con el apoyo de las co-investigadoras Graziella Bozzano, Laura Ruiz Etcheverry y Ornella Silvestri.

Los resultados serán fundamentales para explicar la productividad pesquera nacional. Como en la primera campaña, parte del proceso podrá seguirse en vivo: se publicarán actualizaciones en Instagram en @ecosde2caniones y habrá transmisiones en YouTube del ROV SuBastian, aunque con menos frecuencia que anteriormente.

SC

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