Introducción a la crisis sanitaria y la innovación de tratamientos asequibles
A lo largo del 2024, el ámbito de la salud experimentó una de sus mayores convulsiones post pandemia, debido a las numerosas reformas impulsadas por el ejecutivo actual, enfocándose en la desregulación. A pesar de ello, persiste la incertidumbre sobre cómo se financiarán los avances tecnológicos y los nuevos tratamientos disponibles, cuestionando quién asumirá tales costos.
Desafíos en el financiamiento de la salud y acusaciones de cartelización
Recientemente, se acusó a varias empresas de seguros de salud de concertarse para elevar sus tarifas mucho más allá de la inflación, situación que ellas justifican por el incremento en la cobertura de tratamientos emergentes y fármacos de gran valor. Este escenario plantea un complejo desafío financiero para el sector.
Fomento de los tratamientos y medicamentos nacionales como solución viable
La crisis financiera derivada del alto costo de ciertos medicamentos ha impulsado el desarrollo de fármacos nacionales que imitan las innovaciones extranjeras pero con un costo considerablemente menor. Esto incluye tratamientos para enfermedades raras o de nicho, donde el elevado precio se justifica por el largo tiempo de investigación requerido y la limitada población afectada.
En este contexto, se destaca el lanzamiento del primer medicamento argentino para tratar la enfermedad de Fabry, un trastorno genético raro, producido por laboratorio Gador. Además, está en fase avanzada el desarrollo de otro biosimilar local que promete eficacia y seguridad a un costo reducido.
Estudios recientes indican que la judialización ha sido una vía frecuente para acceder a medicamentos caros en Argentina, reflejando la dificultad de acceso a estos tratamientos. Los biosimilares emergen como una solución crucial para mejorar el acceso a la atención médica de calidad a un precio accesible.
Expertos subrayan la necesidad de definir claramente qué innovaciones deberían ser financiadas por el sistema de salud y cuáles deberían correr por cuenta de los pacientes, buscando equilibrar la oferta en el subsistema público de salud y mejorar su calidad.
El caso de un medicamento de alto costo para la atrofia muscular espinal y la enfermedad de Fabry demuestra la importancia de los biosimilares en la reducción de costos y el aumento del acceso a tratamientos. Laboratorios nacionales, como Biosidus, han reportado resultados prometedores en ensayos de Fase III, augurando una comercialización local para el futuro cercano.
Con 1.500 personas afectadas por la enfermedad de Fabry en Argentina, donde solo un porcentaje está diagnosticado y en tratamiento, la creación y disponibilidad de opciones terapéuticas más económicas es crucial para mejorar su calidad de vida. La enfermedad, caracterizada por la falta de una enzima esencial, subraya la importancia de la innovación accesible en el cuidado de la salud.
