Las vacunas de ARN mensajero fueron un avance crucial en el inicio de la crisis sanitaria por Covid, permitiendo salvar innumerables vidas. Su uso se extendió ampliamente y, desde entonces, las expectativas en torno a esta tecnología han crecido considerablemente, motivando la exploración de su potencial para tratar otras patologías.
Reconocimiento Científico
Los pioneros de estas vacunas recibieron el Premio Nobel de Medicina en 2023. En la actualidad, distintos tipos de cáncer, tales como el de páncreas, cerebral y el melanoma, se investigan con la esperanza de que las vacunas de ARNm sean un medio eficaz para su tratamiento. No obstante, la perspectiva del gobierno estadounidense ha cambiado y ahora considera a estos medicamentos casi como una prioridad problemática.
Anuncio del Departamento de Salud
Recientemente, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) emitió un comunicado anunciando una “reducción planificada en sus actividades de desarrollo de vacunas de ARNm”. Esta decisión implica la retirada de apoyo a 22 iniciativas, sumando un total de 500 millones de dólares.
El comunicado menciona la “cancelación y redefinición de numerosos contratos y convocatorias”, y explica que la decisión procede de una revisión rigurosa de las inversiones relacionadas con el ARNm iniciadas durante la emergencia de salud pública por Covid-19. Robert Kennedy Jr., el secretario de Salud, explicó que “hemos evaluado la ciencia, escuchado a los especialistas y tomado medidas”.
Críticas del Secretario de Salud
Kennedy subrayó que “estas vacunas no brindan una protección eficiente contra infecciones respiratorias superiores, como Covid y la gripe”. Por este motivo, afirmó que se están “redirigiendo esos recursos hacia plataformas de vacunas más seguras y versátiles, que mantengan su eficacia frente a mutaciones de los virus”.
Proyectos afectados incluyen la terminación del contrato con Moderna para una vacuna contra la gripe aviar H5N1 basada en ARNm; el cierre de contratos con la Universidad de Emory y Tiba Biotech; la disminución del trabajo relacionado con ARNm en contratos vigentes con Luminary, ModeX y Seqirus; y el rechazo o cancelación de múltiples convocatorias antes de la adjudicación, entre ellos propuestas de Pfizer, Sanofi Pasteur, CSL, Seqirus, Gristone y otros.
Kennedy, a menudo criticado como “antivacunas”, afirmó: “Permítanme ser claro: el HHS está comprometido con vacunas seguras y eficaces para cualquier estadounidense que las desee. Por ello, estamos avanzando más allá de las restricciones del ARNm e invirtiendo en soluciones superiores”.
El comunicado también señala que en adelante se priorizarán “plataformas con antecedentes de seguridad más robustos y prácticas transparentes en lo concerniente a datos clínicos y de fabricación”. Además, se dijo que las “tecnologías financiadas durante la fase de emergencia pero que no cumplan con los estándares científicos actuales serán eliminadas progresivamente, favoreciendo alternativas basadas en evidencia y valores éticos, como las vacunas de virus completo y enfoques innovadores”.
Revisión de Seguridad
Esta declaración se produce poco más de dos meses después de que la FDA, el organismo regulador de salud de EE.UU, solicitara a los fabricantes de vacunas ARNm contra el Covid, Pfizer y Moderna, que actualizaran las etiquetas de advertencia en los envases. Esto debido a un potencial efecto adverso relacionado con afecciones cardíacas en hombres jóvenes, de entre 16 y 25 años, quienes presentaron, conforme a nueva evidencia, una incidencia más alta de miocarditis y pericarditis.
La cuestión de las vacunas de ARNm fue parte de las conversaciones mantenidas entre el ministro de Salud argentino, Mario Lugones, y Kennedy Jr. durante la visita que este último realizó en mayo al país. En dicha ocasión, el Ministerio de Salud publicó un comunicado que en uno de sus fragmentos refería nuevas exigencias para las vacunas, inicialmente interpretadas como un ajuste para toda nueva vacuna que buscara aprobación en Argentina, aunque posteriormente fuentes oficiales aclararon que la referencia se enfocaba especialmente en las vacunas de ARNm.
Colaboración en Investigación
El respaldo estadounidense a estos proyectos, de los cuales ahora se desvincula, se gestionaba a través de la Autoridad para la Investigación y el Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA), una entidad del gobierno estadounidense asociada al HHS. Esta trabaja en colaboración con empresas para desarrollar herramientas contra amenazas biológicas, químicas, radiológicas, nucleares y enfermedades infecciosas emergentes, como la gripe pandémica o el Covid.