Un jueves a las dos de la tarde, Leo Blumberg, un productor de 50 años, se encontraba en su estudio de grabación ubicado en Villa Crespo. Estaba atendiendo a una clienta cuando, afortunadamente, dejaron de hacer música y pudieron oír la alarma del ascensor. Al salir, oyó gritos en inglés clamando por ayuda: “¡Por favor, el perro, el perro!”.
Así comienza esta historia, completamente captada por las cámaras del edificio, la cual tuvo un desenlace favorable. Un perro fue rescatado gracias a un vecino héroe que evitó que el animal quedara colgando de su correa en el ascensor mediante RCP.
“Al bajar, intenté llamar al ascensor, que se había detenido entre el primero y planta baja. Mi intención era ayudar a la mujer atrapada, que no habla español, y me hallé con el perro suspendido”, relata Leo.
Sin titubear, el músico retiró el collar al animal y le practicó maniobras de reanimación cardiopulmonar. “En uno de mis trabajos aprendí a realizar RCP, aunque para personas, no en animales. Coincidió que justo ayer (por el jueves) era el Día del RCP”, comenta. El schnauzer reaccionó positivamente.
Creatividad Desatada
A la par de la alegría tras el rescate, Leo sintió un chispazo creativo.
Video
“Junto a mi productora, planeo grabar un video con una canción educativa para enseñar cómo aplicar RCP a animales, de modo que todos puedan aprender. Honestamente, desconocía cómo hacerlo. Me dedicaré a investigar, consultar, y a explicar detalladamente, aprovechando el interés que ha suscitado el video del perrito”, concluye el vecino.
En redes es frecuente ver videos que revelan cuán peligrosas pueden ser las correas de los perros en ascensores. No siempre hay desenlaces tan favorables, ni vecinos que actúen con la rapidez de Leo.
A pesar de su adecuada respuesta, Leo admite que estaba tan nervioso durante el rescate que, al final, ni siquiera preguntó el nombre del perro al que había salvado, a quien no había visto antes ya que reside en Pilar y solo utiliza ese lugar para sus grabaciones musicales.
AA