Recientemente, se reveló un estudio llevado a cabo por el Gobierno que está generando preocupación debido a los brotes de sarampión y fiebre tifoidea en el país. Este sondeo tenía como objetivo evaluar las capacidades y limitaciones de la vigilancia epidemiológica nacional.
El informe, en el que participaron cerca de 900 especialistas, entre los que se encontraban jefes de epidemiología y profesionales de diversas provincias y municipios, fue divulgado por el Ministerio de Salud a través del Boletín Epidemiológico Nacional (BEN). El documento destaca la escasez de recursos financieros y de personal capacitado en el ámbito de la vigilancia epidemiológica.
Desarrollo de la Encuesta
El 8 de abril de 2024, el Gobierno comenzó a invitar a los responsables de epidemiología, así como a los referentes de vigilancia clínica y de laboratorio, a participar en esta encuesta mediante correos electrónicos. Se solicitó a estos responsables que difundieran la iniciativa internamente en sus instituciones y equipos.
Además, entre la semana 19 y 26 del año pasado, se publicó una convocatoria en el BEN, ofreciendo acceso al cuestionario de 29 preguntas a través de un código QR disponible por siete meses. En total, se recopilaron 891 respuestas de todas las provincias del país.
Participación y Representación
De los encuestados, el 65,3% trabajaba en el sector público provincial, el 20,1% en el municipal, y solo el 8,8% pertenecía al ámbito público nacional. La participación del sector privado fue baja. Las respuestas provinieron principalmente de la provincia de Buenos Aires (21,8%), seguida por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (11,7%) y Córdoba (10,4%).
Actualmente, el brote de sarampión ha registrado 26 infecciones en el país.
Fortalezas y Debilidades Detectadas
La investigación, elaborada por la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud junto al Instituto Malbrán, destacó tanto las ventajas como las flaquezas del personal de salud pública y vigilancia en Argentina. El 80% de los participantes tenía al menos un título universitario o terciario, y el 43,8% contaba con estudios de posgrado en áreas relacionadas.
No obstante, se plantea la necesidad de ampliar y actualizar constantemente las habilidades técnicas mediante programas específicos y regulares que respondan a las necesidades del sector. De 2019 a 2024, el 67,8% de los encuestados asistieron a al menos una capacitación corta anual en vigilancia o salud pública. Un 20,3% accedió a estas capacitaciones bianualmente y el 11,9% no participó de dichas actividades.
Desafíos Persistentes
A pesar de los aspectos positivos, el documento subraya varios desafíos de la vigilancia epidemiológica, como los limitados presupuestos, la falta de motivación y la escasez de personal calificado. Más de un 38% de los encuestados declaró que no hay posiciones específicas para epidemiólogos en sus lugares de trabajo, lo que pone de manifiesto la necesidad de una estructura más formal
La bacteria Salmonella Typhi es responsable de la fiebre tifoidea. Foto: Shutterstock.
Por tanto, el estudio recomienda implementar estrategias para fortalecer la vigilancia epidemiológica a nivel nacional. La promoción de programas de formación práctica, similar a los de epidemiología de campo, junto con el uso de plataformas digitales para la formación continua, son pasos esenciales hacia este objetivo.
En este contexto de alerta epidemiológica, se registraron 27 casos de sarampión y 22 de fiebre tifoidea en semanas recientes (recordando que el último brote de esta última fue en 2004). Los casos de sarampión se concentran mayoritariamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (11) y la provincia de Buenos Aires (15), salvo uno en San Luis. Por su parte, la fiebre tifoidea se limita a Ciudadela, en el partido de Tres de Febrero.
Por otro lado, el dengue no ha representado un problema grave en 2025, con solo 14,349 casos confirmados hasta la fecha, en comparación con los 448,108 del año anterior. El Gobierno ha intensificado los esfuerzos de prevención y atención a través de capacitaciones al personal y desarrollo de protocolos en los últimos meses para esta enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti.