El gobierno implementa cambios importantes en regulaciones clave durante la crisis de vacunación

La pandemia del Covid-19 dejó un impacto inesperado: la disminución de la confianza del público en las vacunas. Este escepticismo no solo se centró en las vacunas contra el coronavirus, sino que también afectó a otras inmunizaciones necesarias para prevenir diversas enfermedades. Como lo mencionó recientemente el diario Clarín, este fenómeno ha causado una notable reducción en la cobertura de vacunación. Frente a este desafío, el Gobierno ha introducido un cambio significativo.

Modificaciones en la Comisión Nacional de Inmunizaciones

El Ministerio de Salud de la Nación ha aprobado un nuevo marco regulador para la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), que será oficializado con su publicación en el Boletín Oficial. “Con esta acción, se busca establecer un orden en la operatividad y reforzar el liderazgo en la implementación de políticas de vacunación”, afirmaron a Clarín representantes del departamento encabezado por Mario Lugones.

El objetivo es también equilibrar los diversos intereses de los miembros de la CoNaIn y fomentar una colaboración más fuerte con las instituciones académicas. Al ser interrogadas sobre los “diversos intereses”, las fuentes oficiales no ofrecieron explicaciones adicionales.

Redefinición de las funciones de la CoNaIn

Desde su creación en el año 2000, la CoNaIn ha operado como un cuerpo consultivo sin poder vinculante. Sin embargo, sus capacidades serán ajustadas formal y efectivamente para delimitar su alcance. “La responsabilidad técnica y decisoria en temas de inmunización recaerá en el Ministerio de Salud de la Nación. La CoNaIn no asumirá roles decisores, ejecutivos ni regulatorios”, enfatizaron desde el Gobierno.

En el plano formal, continuará siendo un ente asesor dentro de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiCEI), presidido por el titular de dicha dirección. Asimismo, dispondrá de un Núcleo Científico Central (NCC) encargado de la evaluación de evidencia y la elaboración de recomendaciones. Este núcleo estará compuesto por cuatro miembros principales y sus suplentes, seleccionados de las ternas propuestas por las Facultades de Medicina de Argentina.

Una nueva estructura organizativa

La actual estructura de la CoNaIn, compuesta por un grupo central más numeroso incluyendo a Angela Spagnuolo de Gentile como presidenta, quedará disuelta. Antes, el Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles era el encargado de seleccionar a sus integrantes.

A partir de ahora, las Facultades de Medicina formularán una terna para cada vacante. “La DiCEI revisará estas ternas y, basándose en la pertinencia técnica o la situación sanitaria del país, establecerá un orden de prelación para elegir a sus componentes”, explicaron las fuentes. También añadieron que la DiCEI podrá integrar temporalmente a grupos de expertos, investigadores y otros organismos nacionales e internacionales con el objetivo de recibir asesoramiento específico.

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Hasta la fecha, la CoNaIn contaba con mayor libertad para proponer temas para debate. Aunque sus recomendaciones no eran vinculantes, lo formulado en sus actas por los especialistas solía influir bastante en las decisiones gubernamentales. En la actualidad, “las funciones de asesoramiento se harán a solicitud de la DICEI”, informaron desde el Ministerio.

La labor principal será ofrecer “recomendaciones científicas en respuesta a requisitos técnicos para la introducción, modificación o eliminación de vacunas en el calendario nacional, o sobre asuntos que requieran la perspectiva científica de la CoNaIn dentro de sus competencias”.

Además, la CoNaIn asesorará en temas sobre la administración de vacunas y pautas de inmunización, incluyendo recomendaciones técnicas sobre métodos de aplicación, intervalos, dosis, contraindicaciones, almacenamiento, y monitoreo de eventos posiblemente atribuibles a las vacunas.

Otra tarea será proporcionar datos y criterios en el análisis e interpretación de información epidemiológica ante situaciones sanitarias o brotes, y examinar nuevas evidencias científicas relacionadas con el desarrollo de vacunas, plataformas tecnológicas, o estrategias de inmunización que pudieran influir en las decisiones del país.

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Por último, fuentes oficiales señalaron que “la medida pretende consolidar un Estado más estructurado y efectivo, que adopta decisiones sanitarias con un respaldo técnico claro, reglas definidas y con responsabilidad institucional específica”. Clarín intentó obtener comentarios de varios miembros actuales de la CoNaIn, pero no recibió respuestas a las consultas.

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