Llanto y angustia. Padres aferrados a sus hijos pequeños. Empapados y temblando debido al frío. Este panorama se vivió hoy al mediodía en los barrios Santa Lucía y San Cayetano, en Campana, situados entre las rutas 6 y 9. Estas áreas sufrieron significativamente por las lluvias torrenciales registradas desde el pasado viernes.
Testimonios de desesperación
“Lo hemos perdido todo. El agua se alzó rápidamente, no tuve oportunidad de salvar nada”, expresa llorando María, una residente del área mientras abraza a su hija.
El papel de los voluntarios
Los voluntarios que prestan su ayuda han instruido a las madres a no separarse de sus pequeños, quienes en muchos casos no comprenden la gravedad de la situación.
La lucha por alcanzar las zonas altas
Algunos vecinos quedaron atrapados o aislados por el desbordamiento y decidieron evacuar por sí mismos cuando dejó de llover cerca del mediodía. Avanzaban hasta el lugar de ayuda transitando por las vías del tren, el lugar más alto y menos afectado por el agua.
Por otro lado, las demás calles se asemejaban a riachuelos y los rescatadores se movilizaban en embarcaciones de madera, con remos o motores, kayaks y lanchas inflables, para poder llegar a aquellos que aún se encontraban desprotegidos ante el avance de las aguas, que llegaron a elevarse hasta los 3 metros en algunas partes, de acuerdo con las declaraciones de los propios damnificados.
El proceso de evacuación y rescate
Otros residentes evacuados eran transportados en camiones, subiendo a ellos con una mirada perdida y con lo poco que habían conseguido rescatar de sus casas, algunas pertenencias y sus animales de compañía.
En el lugar, bomberos de Campana, Escobar y Garín participaban en las labores de rescate, mientras que los camiones con personas evacuadas tomaban la ruta 6 cercana a las vías, dirigiéndose a su intersección con la 9.
El equipo de Clarín intentó acceder por tierra hasta Zárate, pero un corte total en la ruta 9 impedía el paso en ambos sentidos entre el kilómetro 109 y 120, donde se encontraban vehículos de pasajeros varados desde la noche anterior.
Unos kilómetros al sur, en Campana, la comunidad expresa su alivio porque al menos ha cesado la lluvia temporalmente, mientras que el constante sonido del agua drenando sigue presente.