Las alternativas para esquivar las extensas demoras en el paso fronterizo se han agotado. Viajar durante la noche, partir al amanecer o al anochecer, atravesar hacia Chile por la ruta 7 de alta montaña en Mendoza exige siempre una dosis considerable de paciencia.
Esperas interminables
Durante el Jueves Santo, los visitantes que se dirigieron al paso fronterizo de los Libertadores, donde se efectúa el proceso de ingreso combinado a Chile, experimentaron una espera promedio de 4 horas, que generó una fila de vehículos de 5 kilómetros en la cordillera.
El movimiento comenzó el miércoles a primera hora, ya que muchos decidieron adelantar sus breves vacaciones un día para evitar las demoras, aunque aun así enfrentaron tiempos de espera de hasta tres horas para completar los trámites de migración y aduana.
Retorno del fin de semana santo
El trayecto entre Mendoza y Santiago de Chile, que abarca 360 kilómetros, suele demandar entre 10 y 12 horas durante los fines de semana largos. Esta ruta es desafiante, presenta curvas y contracurvas, sin autopistas, cuenta con un solo carril para cada sentido, y padece de un asfalto deteriorado con escasa señalización.
Carlos Díaz, junto a su esposa e hijos, partieron poco después de la medianoche desde Mendoza con el objetivo de llegar a Viña del Mar. A las 4 de la madrugada arribaron a la Aduana de Los Libertadores y debieron esperar en la fila sobre la ruta, avanzando muy lentamente.
Fue recién a las 8 de la mañana, cuando más ventanillas para realizar trámites fueron habilitadas, que pudieron comenzar el proceso. Díaz relató: “Entre la espera y el proceso de Migraciones y Aduanas, estuvimos cinco horas en la frontera. Se debería haber reforzado el personal en estos días.”
Con vistas al retorno del fin de semana santo, los encargados del Sistema Integrado de Aduanas planearon aumentar las dotaciones de personal a fin de agilizar los trámites. Los procedimientos de aduana y migración para el regreso a Argentina se efectúan en la aduana Roque Carranza, ubicada en el distrito de Horcones, en la cordillera mendocina.
El atractivo de las compras
Artículos como televisores, móviles, calzado deportivo, ropa, ordenadores portátiles y pequeños electrodomésticos figuran entre los productos más buscados por los argentinos que se desplazan a Chile en búsqueda de precios más competitivos, que pueden oscilar entre el 50% y el 70% de diferencia dependiendo de las marcas y modelos.
El interés por las compras en el país vecino se mantiene alto en abril. A través del paso Cristo Redentor en Mendoza, que es la principal vía que conecta Argentina con Chile, cruzan cerca de 4.000 viajantes cada día. Durante los fines de semana largo, la cantidad de pasajeros en tránsito supera los 10.000 diarios.
Además, el levantamiento del control cambiario en Argentina ha alterado el valor del dólar, generando un impacto positivo, al menos temporalmente, para las adquisiciones en el extranjero, en comparación con el tipo de cambio del dólar blue o MEP a comienzos de abril.
Ciertos viajeros tienen como único objetivo las compras. Optan por dirigirse directamente a la ciudad chilena de Los Andes, la urbe más cercana a la frontera con Mendoza, para recorrer shoppings y supermercados.
Aunque con una oferta comercial más limitada que Santiago o Viña del Mar, en Los Andes se encuentran algunas de las más reconocidas tiendas como Ripley, La Polar, Falabella, Tottus, Jumbo y Líder, facilitando la búsqueda de productos electrónicos, de ropa y otros artículos bajo un mismo techo.
En cuanto a las modalidades de pago, muchas tiendas aceptan exclusivamente pesos chilenos o transferencias locales. Algunas tiendas aceptan dólares, pero es posible que el tipo de cambio no sea favorable. Así, resulta conveniente pagar con tarjeta de crédito, y antes de su vencimiento, liquidar con los dólares ahorrados en la cuenta bancaria, anticipando la conversión a pesos de las transacciones, que enfrentan un recargo del 30% a cuenta de Ganancias.
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