El futuro del Macá Tobiano, un ave en grave peligro de desaparición, parece más esperanzador gracias a esfuerzos recientes. Expertos han criado a estas aves en confinamiento con el propósito de insertarlas nuevamente en su ambiente natural. Luego de varios años, un puñado de ejemplares, criados desde huevo hasta llegar a la adolescencia, serán reintegrados a su hábitat nativo en el país. Los pichones nacieron en la Estación Biológica “Juan Mazar Barnett”, ubicada en Santa Cruz, y pronto regresarán a su entorno salvaje.
Descubrimiento y Amenazas
El Macá Tobiano fue identificado por primera vez en 1974, gracias al trabajo del naturalista argentino Mauricio Rumboll, quien se encontró con estas aves en la Laguna de Los Escarchados, cerca de El Calafate. Su existencia ha estado marcada por un ciclo de alarmas y esperanzas, al descubrirse apenas 150 ejemplares se temió por su extinción. Aunque en los años 90 estudios inclinaron a la UICN a creer que la lejanía de su hábitat les ofrecía cierta protección, la actividad humana trastocó esos idílicos refugios.
Hacia el 2012, un arduo proceso de exploración en las distantes áreas de Patagonia permitió al Proyecto Macá Tobiano recabar datos cruciales, llevando a la UICN a modificar el estatus del ave a “Críticamente Amenazada”, justo antes de la amenaza de extinción total.
Conservación y Recuperación
Las pequeñas colonias de esta especie se reproducen en pocas lagunas altiplánicas de las mesetas occidentales de Santa Cruz, trasladándose durante el invierno a desembocaduras de grandes ríos, principalmente la del río Santa Cruz. Desde 2010, el Proyecto Macá Tobiano – Programa Patagonia, integrado por entidades provinciales, nacionales y diversas ONGs y universidades trabaja sin pausa para revertir su situación.
El proyecto se ha enfocado en el control de especies invasoras y en contrarrestar el cambio climático. A pesar de estabilizar la población, la continua degradación ambiental forzó a explorar otras medidas. Liderado por la veterinaria Gabriela Gabarain, surgió un método innovador: criar Macás Tobianos desde huevo hasta liberación, un proceso revolucionario para todos los macaes a nivel mundial.
Durante los últimos cinco años, se observa una reproducción natural casi nula. La única vía viable parecía ser el método de cría en cautiverio, especialmente dado que, de los dos huevos por pareja, solo uno es incubado, mientras que el “huevo de respaldo” queda abandonado. Su recolección es complicada, considerando las duras condiciones climáticas y de terreno.
Los huevos recolectados son trasladados cuidadosamente a la estación biológica, donde incubadoras acreditadas se encargan de regular temperatura, humedad y rotación. Al eclosionar, el verdadero reto comienza con el continuo cuidado de los pichones, alimentándolos y facilitándoles condiciones adecuadas para nadar, esenciales para su digestión.
Tras arduos años de pruebas, lograron completar el ciclo de cría con ejemplares de Macá Plateado, iniciando en la temporada 2024-2025 con elevadas expectativas. Los primeros periodos de su vida son cruciales y los más complejos, pero con esfuerzo, se espera que esta técnica pueda incrementar significativamente la población salvaje.
Finalmente, al alcanzar el peso adecuado, los juveniles son liberados teniendo en cuenta el sitio y el momento óptimos, evitando su riesgosa primera migración. Equipados con anillos rojos numerados para su seguimiento, se espera que regresen a su entorno de origen en las mesetas.
Una Perspectiva Positiva
Por primera vez, existe una esperanza concreta para salvar al Macá Tobiano de la extinción. Este proceso de cría en cautividad y reintroducción podría ser clave, similar a otras exitosas campañas de conservación en especies como el Oso Panda o el Cóndor de California. Para asegurar un futuro sostenible, es indispensable fortalecer los recursos disponibles y fomentar la colaboración entre diversas entidades involucradas, como el Programa Patagonia de Aves Argentinas, el Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz, y otras instituciones.
El camino es desafiante, pero el esfuerzo colectivo ofrece una luz de esperanza para este emblema de la Patagonia, Argentina, y de todo el ecosistema. La historia de preservación del Macá Tobiano está aún en proceso, pero las iniciativas actuales representan un puñado de posibilidades de éxito.
MG