Rendirse no es opción: descubre por qué nunca deberías hacerlo

Existen personas que se sienten abrumadas por problemas insignificantes, mientras que otras, ante situaciones extremas, logran ver un pequeño rayo de esperanza. Esto puede ser algo natural para algunos, pero también se puede aprender a no dejarse arrastrar por las circunstancias ni a rendirse fácilmente.

La importancia de mantener la calma

No he enfrentado -y espero que siga así- situaciones extremas, por lo que desconozco cómo reaccionaría. En cambio, he atravesado momentos difíciles y siempre he procurado que el miedo no me dominara. Quiero evitar, a toda costa, la parálisis ante el miedo. Mi primer pensamiento en esos momentos es: “No te precipites, no existe una solución mágica para todo”. Es mejor descomponer el problema en varias etapas e intentar resolverlo paso a paso. Lentamente, pero sin detenerse. Aceptar que la vida no siempre es como la imaginamos, sino como el destino o el azar lo deparan. Debemos aprender a adaptarnos.

El poder de compartir y comunicarse

Quizás también te interese:  Cómo un momento transforma tu vida

Otro aspecto crucial para desenvolverse en situaciones difíciles es no aislarse, compartir el dolor y las inquietudes. Freud descubrió el inconsciente, pero lo más significativo fue comprender que hablar sana. Encerrarse y guardar silencio enferma. El cristianismo comprueba esto con la confesión, un acto que permite expresar lo inefable, si es necesario, ante Dios, representado por el sacerdote. Sin embargo, lo esencial es que hay un ser humano que escucha y orienta.

Quizás también te interese:  Crecí con un padre agresivo: mi camino hacia el éxito entre sueños, caídas y levantadas

La comunicación no solo ayuda en conflictos personales, sino también en los colectivos. Por ejemplo, tras el apartheid en Sudáfrica, se implementó una política donde quien admitía sus crímenes durante ese periodo recibía perdón, beneficiando a toda la comunidad: las víctimas veían reconocido su sufrimiento.

Cuando enfrentamos situaciones serias y nos sentimos en terreno peligroso, podemos actuar impulsivamente, sin entender que quizá empeoramos la situación. Por eso es fundamental compartir, tener a alguien cerca que al menos nos ayude a buscar la mejor solución.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad