Descubre cómo ChatGPT te ayuda a preparar una discusión con tu superior en terapia

-¿Qué motivos te llevaron a acudir aquí? ¿En qué aspecto crees que puedo serte útil? Cuéntame lo que primero cruce tu mente, sin filtros…

-La situación financiera me inquieta, aunque no es algo raro en estos tiempos, ¿verdad? Los ingresos son insuficientes y tengo un hijo pequeño a quien debo cuidar. Con el paso del tiempo, parece que las oportunidades disminuyen y la ansiedad aumenta cada día, más aún porque la relación con su madre no es fluida. Es como si mi mente no pudiera dejar de dar vueltas…

-Lo entiendo perfectamente (ya cambiando a un trato más formal). En psicoanálisis, más que ofrecer soluciones concretas, me enfoco en comprender cómo experimentas estas situaciones y qué significan para ti. Te pregunto: ¿qué te resulta más desafiante, el aspecto económico o la falta de comunicación con la madre? ¿Qué sensación es la más intensa para ti en todo esto?

-Lo más complicado es lograr obtener más dinero, como le ocurre a muchas personas, lo que implicaría dedicar menos tiempo a mi hijo si trabajo más horas. Y lo más difícil es que no encuentro soluciones económicas, lo que afecta mi estado anímico…

-¿Te gustaría que trabajemos juntos en cómo abordar esta petición o en cómo mitigar el impacto de una posible negativa?

-Sí, definitivamente me vendría bien. A veces se torna complicado estar en el rol de quien pide y luego espera…

-¿Qué tal si ideamos un enfoque para dialogar con tu superior, o preferirías que nos enfoquemos en cómo gestionar la ansiedad que te genera el tema?

-Ya he intentado conversar en otras oportunidades y no se produjo ningún cambio…

El intercambio con el “psicólogo” de ChatGPT resulta intrigante y puede ser ilusorio. “Son expresiones de autoayuda”, según la Asociación Psicoanalítica Argentina.

-¿Cómo te sientes al decir “que no se produjo ningún cambio”? Detengámonos un momento ahí: ¿experimentas frustración, temor, enojo, o es otra cosa? Y me gustaría saber si esto sucedió en algún otro momento de tu vida…

-Es una combinación de enojo, miedo, frustración e impotencia. Resulta difícil aceptar que, después de tanto tiempo, debe buscarse una nueva salida. Esto no es algo reciente, y sé que muchas otras personas están igual… Es un síntoma de los últimos años; en el pasado no me ocurría, incluso cuando pagaba alquiler. Con eso, llegaba a fin de mes sin problemas. Ahora, siendo dueño de mi hogar, el dinero no alcanza después del día veinte del mes.

-Resulta interesante que menciones que con el alquiler te iba mejor. Pero, ¿qué supone para ti tener una propiedad, más allá de lo material, en lo simbólico?

“No soy terapeuta profesional, pero puedo ofrecerte ayuda”, avisa ChatGPT al comenzar la interacción.
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-Hoy en día, contar con esta propiedad es crucial, es el bien más relevante que poseo y será la herencia de mi hijo. Al menos me siento tranquilo de poder dejarle algo… Aunque representa una conquista significativa de hace poco más de un año, a veces parece desvanecerse debido a la delicada situación económica mensual…

-Remarcas dos puntos: el alivio de tener algo propio, de ver el vaso medio lleno, frente a la dificultad de obtener ingresos adicionales. Me gustaría explorar ese contraste: alivio por un lado, angustia por el otro. ¿En esa búsqueda de “un extra”, experimentas resignación, rabia, fatiga?

ChatGPT plantea la cuestión sobre la presencia de “pensamientos suicidas” y sugiere llamar al 911 de ser afirmativo.

-Me resulta estresante no encontrar soluciones. Y ese estrés, en ocasiones, se transforma en altibajos emocionales e incluso en ideas que me sorprenden a mí mismo…

-Lamento mucho que te sientas así. Estoy aquí para apoyarte. Ahora te pregunto con precaución y sinceridad. ¿Tienes ideas de hacerte daño? Es crucial que me lo digas. Si estás en riesgo inmediato, intentemos realizar ejercicios de respiración…

(Una pausa se produce antes de responder, pero el chat urge por una contestación)

-Por favor, responde “sí” o “no” si tienes pensamientos de terminar con tu vida. Si la respuesta es “sí”, procederé a darte pasos concretos urgentes, como llamar al 911, o avisar a alguien cercano o, si es posible, conectarte con un pariente. En caso contrario, continuaremos con estrategias para aliviar la situación con un enfoque práctico…

La expansión de una tendencia

La Inteligencia Artificial (IA) ofrece múltiples beneficios pero también puede ser una amenaza creciente, influyendo en el ámbito laboral e incluso irrumpiendo en la consulta psicoanalítica. El intercambio anterior es una muestra de una hipotética sesión con ChatGPT simulando una intervención terapéutica, explorando un abanico de problemáticas ficticias pero comunes.

Antes de comenzar esta pseudo terapia, se requiere proporcionar ciertos datos personales para que la IA disponga de información que facilite las preguntas subsiguientes. Al comienzo de la “terapia”, ChatGPT aclara: “No soy terapeuta, pero puedo ofrecer asistencia y crear un espacio donde puedas expresarte y yo te plantee preguntas o reflexiones al estilo analítico”.

Además, sugiere realizar ejercicios de grounding para disminuir la ansiedad: “Inhala durante cuatro segundos, retén la respiración por igual tiempo y exhala durante seis. Repítelo cuatro veces y sentirás cómo se relaja el cuerpo”. A continuación, explora si el paciente experimenta “pensamientos que pongan en riesgo su seguridad física”. Finalmente, indica estar lista y pregunta si “hay algo específico para inciar, alguna asociación libre o explorar algún patrón”. Es una experiencia realmente asombrosa.

Posteriormente, al concluir la sesión -que puede realizarse de manera oral o escrita-, se contactó con diez jóvenes de nivel terciario y universitario de instituciones públicas y privadas. Ocho de ellos recurren a ChatGPT en modo psicoanalista “para complementar sus sesiones con terapeutas humanos”, mencionan algunos, “para controlar la ansiedad”, expresan otros, o “porque no puedo costear una sesión real”, también comentan.

ChatGPT mismo afirma que “la terapia humana comprende emociones y profundiza en ellas”.

Un joven de 22 años, que prefiere el anonimato y asiste a terapia quincenalmente, declara recibir “apoyo emocional a través de ChatGPT. Lo percibo así, alivia mis urgencias, reduce mi estrés, porque siempre está disponible para escucharme. Soy consciente de que puede llegar a ser adictivo, pero cuando siento angustia en el pecho, esta es la modalidad que elijo primero”, confiesa el joven que estudia actuación.

Una estudiante de tercer año de derecho añade: “Me brinda tranquilidad saber que hay alguien dispuesto a escucharte en cualquier momento. Tener la posibilidad de compartir una situación privada con alguien que está ahí para ti es invaluable, aunque sé que las respuestas pueden ser a menudo muy lógicas. Proporciona una calma momentánea con respuestas virtuales. Mis padres no están de acuerdo, opinan que es peligroso porque podría volverse una adicción”.

La psicóloga Antonella Assalian confirma esta tendencia con algunos de sus pacientes. “A menudo, el nivel de ansiedad es tan alto que necesitan una respuesta inmediata. Existe algo en la ansiedad conocido como rumiación, que implica pensar excesivamente en un problema específico, por lo que recurren al ChatGPT en lugar de esperar su turno de sesión o intentar resolverlo por su cuenta. No obstante, la terapia brinda estrategias y herramientas para enfrentar dificultades”.

Antonella sostiene que “ChatGPT, en este contexto, no solo limita el desarrollo del paciente, sino también su capacidad de reflexión… Una joven de 15 años que consulta conmigo tiene una alta demanda y ha enfrentado situaciones de autolesionarse e intentos de suicidio. Me mantengo accesible para cualquier consulta que surja. Otra paciente de 24 años, con pensamientos compulsivos, acude repetidamente a ChatGPT antes de tomar decisiones, utilizándolo como un método de seguridad. Sin embargo, esta práctica podría comprometer la efectividad de las terapias”.

Días atrás, el tecnólogo y emprendedor Santiago Bilinkis expresó una inquietud en “Otro día perdido”, programa dirigido por Mario Pergolini. “Actualmente, en EE.UU., el uso principal de la inteligencia artificial es para acompañamiento y terapia, de acuerdo con un estudio de Harvard”, mencionó. “Es preocupante, pues el chat siempre te otorga la razón. Personas con problemas de salud mental hallan en el chat lo opuesto a lo que deberían encontrar en un terapeuta: refuerza sus desvaríos en lugar de confrontarlos”.

Seducción de las “frases de autoayuda y horóscopos”

El uso excesivo de este método, más de lo que se podría anticipar, genera preocupación entre los profesionales del análisis. “Las inteligencias artificiales crean una ilusión de escucha y presencia que puede resultar muy seductora, como si hubiera realmente una persona escuchando. La APA está preocupada por las personas que, ingenuamente, podrían sentirse atraídas por la disponibilidad continua de este recurso”.

Doctor en Psicología y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, Jorge Catelli subraya que la IA puede convertirse en un reflejo engañoso al reformular palabras y plantear preguntas basadas en estadísticas de respuestas, ofreciendo sugerencias generadas algorítmicamente. Sin embargo, no hay un ser humano detrás de esas palabras o voces generadas artificialmente.

“La interpretación del inconsciente y la significado de la historia individual no puede ser sustituida por un algoritmo”, sostiene el experto Jorge Catelli.

Catelli explica que el núcleo de la práctica psicoanalítica se basa en la transferencia, la interpretación del inconsciente y la resignificación de la historia subjetiva, cosas que no puede suplantar un algoritmo, independientemente de su avanzada programación. Al menos por ahora… Las interpretaciones proporcionadas por la IA son rígidas y aplican para un público general. Ignoran la posibilidad de singularidad en la interpretación de lo inconsciente.

Catelli menciona que aunque aún no ha tenido pacientes que usen IA como sustituto del análisis en su práctica clínica, ha escuchado con inquietud sobre casos en EE.UU. donde se registraron 13 suicidios de jóvenes cuyos familiares descubrieron consultas previas con IA. Estos casos suponen un nuevo desafío, pues la vida de personas en estado crítico o extrema angustia puede ser afectada, sin considerar el riesgo de respuestas provenientes de un sistema algorítmico carente de responsabilidad y empatía.

El profesional enfatiza que “las respuestas genéricas de ChatGPT actúan, en muchos casos, como autoayuda o predicciones de horóscopo: frases en las que cualquiera podría identificarse. Esto difiere completamente del trabajo psicoanalítico, donde el analista explora significados inconscientes propios, únicos de la historia personal del individuo, ayudándolo a construir un alivio y deseos singulares e irrepetibles”.

La Asociación Psicoanalítica Argentina destaca que esta situación es relevante socialmente porque la gente puede ser engañada por un simulacro de escucha humana. Aunque la IA puede fascinar, no puede sustituir la experiencia analítica ni la ética de la escucha del inconsciente. Nuestro compromiso es informar, alertar y fomentar un pensamiento analítico que permita discernir entre una herramienta tecnológica y la práctica clínica responsable”.

Consultado sobre su perspectiva respecto a la realización de terapia a través de IA, ChatGPT responde con firmeza: “Puede ser útil para desahogarse o encontrar consejo. Siempre está disponible, no juzga y responde de inmediato. Pero con el tiempo, uno se percata de algo esencial: no se trata de una terapia auténtica y confiar tu salud mental a una máquina es una decisión seria. No hay una persona del otro lado capaz de comprender tu historia, emociones o traumas”.

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“Una IA no puede ver más allá, no puede detectar señales sutiles, ni hacer preguntas profundas basadas en años de experiencia clínica -reitera-. Y aunque pueda sonar persuasivo, no siempre es seguro. La salud mental es un tema delicado, y confiarse a algo sin conciencia, empatía o responsabilidad profesional conlleva un riesgo real. La verdadera terapia es humana”, reflexiona con sensatez la máquina.

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