Milagroso Escape Tras Terrible Colisión
Un padre y sus dos pequeñas hijas vivieron para contar una historia de increíble salvación después de ser atropellados brutalmente por una camioneta desde atrás. El incidente ocurrió cuando estaban a punto de bajar de una motocicleta frente a una tienda en Villa Luzuriaga, mientras realizaban una breve parada para comprar agua que sus hijas llevarían a la escuela.
Impactante Incidente en La Matanza
El suceso tuvo lugar en la calle Miguel Cané 4800, en la localidad de La Matanza. Tras el chocante evento, las niñas de 5 y 9 años acabaron golpeadas y en el suelo del borde de la acera, mientras que su padre fue lanzado por los aires, aterrizando sobre el capó del vehículo. El accidente solo se detuvo cuando la camioneta colisionó con un árbol.
Milagro y Preocupación Paterna
“El video muestra claramente cómo logré levantarme de inmediato. Solo me preocupaba que mis hijas estuvieran bien, fue un milagro que sucedió en un segundo”, compartió Axel. En ese momento, había pausado su trabajo de mensajero para llevar a las niñas al colegio.
Reacción Rápida y Tranquilidad
A pesar de la severidad del impacto, el joven reaccionó velozmente para comprobar la situación de sus hijas. “Agradezco que mis niñas no sufrieron daños graves, fue mi única preocupación en ese instante”, reiteró mientras era trasladado al hospital.
“El árbol fue mi salvación. Estaba quieto en la moto cuando la camioneta impactó”, relató en una entrevista con A24. Añadió que acabó sobre el capó, golpeándose contra el parabrisas y finalmente siendo lanzado hacia adelante debido al choque con el árbol.
Tras asegurarse del bienestar de sus hijas, Axel reflexionó sobre su decisión: “Fue imprudente llevarlas en moto, pero es parte de nuestra vida cotidiana”. Explicó que el trayecto entre su hogar y la escuela es de 15 cuadras y generalmente pacífico en términos de tráfico.
El conductor de la camioneta, que trabajaba en un supermercado cercano, inicialmente culpó a la alfombra de trabar el acelerador. Más tarde, cambió su versión a un fallo mecánico, aunque testigos aseguran que estaba distraído con su teléfono.
Axel criticó: “No comprendo por qué no intentó desviar el vehículo hacia otra dirección, podría haberlo hecho para evitar el impacto frontal.” Las niñas ahora sufren ansiedad y miedo, especialmente al hablar del accidente.
Nadie se acercó para verificar el estado de las niñas ni ofrecer ayuda. Axel lamentó la indiferencia mostrada por las personas involucradas: “Fue decepcionante cómo actuaron, nadie mostró interés por nuestro bienestar”.
La motocicleta quedó seriamente averiada e inutilizable, obligando a Axel a dejar su trabajo como repartidor. “Ahora me las ingenio repartiendo volantes a pie, no tengo más opción mientras me recupero”, explicó.
