El encuentro en directo
Ariel García Furfaro, quien es el propietario del laboratorio implicado en el caso del fentanilo adulterado, continúa defendiendo su inocencia. Este jueves por la noche, participó telefónicamente en el programa “Sólo una vuelta más” de TN, mientras Soledad Francese, madre de Renato Nicolini, una de las víctimas, estaba presente como invitada en el estudio.
La respuesta de Ariel García Furfaro
Tras intentar explicar su versión de los hechos, el presentador Diego Sehinkman le preguntó si tenía algo que decirle a la madre de Renato. García Furfaro expresó: “Siento profundamente lo sucedido. Estoy comprometido en que se descubra qué le sucedió a su hijo, revisé cada detalle de su historial médico. Su hijo tenía varias bacterias, no sé si se le ha informado o no”.
Continuó diciendo: “¿Es incorrecto que exista la bacteria de la ampolla? Claro que sí. Se debe permitir que los médicos determinen qué ocurrió realmente. Si tuvo un impacto o no. Yo también pido justicia para su hijo, soy el primero en hacerlo. Si tengo alguna responsabilidad y cometí un error intencionadamente, estoy dispuesto a enfrentar las consecuencias”.
La firmeza de una madre
Sin mostrar emoción alguna, la madre respondió con ironía: “No confío en nada de lo que dices. Si estás dispuesto a asumir las consecuencias, hazlo, porque eres responsable de todas las muertes”.
Ella añadió: “En el lote 31202 había dos bacterias, no solo una; la segunda es característica de tu laboratorio. Sabes que el lote 31202 tenía un periodo de producción de 8 horas y se extendió a 16 horas; también hubo variaciones de temperatura, lo que facilitó el crecimiento bacteriano. Hay muchas fallas y tú eres culpable”.
Con determinación expresó: “Fue la vida de mi hijo la que dañaste con las bacterias presentes en tu fentanilo, lo que llevó a que Renato se deteriorara y muriera igual que todas las otras víctimas. No acepto tus disculpas, no acepto nada. Estoy convencida de tu culpabilidad y de la de tus empleados que actuaron incorrectamente”.
Una trágica historia personal
Soledad, acostumbrada a situaciones de emergencia en su trabajo como enfermera, solía recibir llamadas en horarios inusuales. Sin embargo, el 25 de abril, al contestar a las 5 de la mañana, todo cambió para ella de forma irrevocable.
Su hijo, Renato Nicolini, había sufrido un grave accidente en moto mientras circulaba por uno de los accesos a Chascomús, cerca del cruce entre la ruta 20 y la autovía 2. Renato vivía solo, pero su madre fue la primera persona contactada. Ese fue el inicio de un complejo camino de atención médica que transformó a Renato en la víctima más joven del fentanilo contaminado.
Un poco más de dos meses pasaron desde aquella madrugada que cambió sus vidas. Le siguieron largas jornadas en terapia intensiva en el Hospital Italiano. Cuatro días después del accidente (Renato había sufrido múltiples traumatismos en la cabeza), comenzó a mostrar fiebre, y el 1° de mayo la familia fue informada de que padecía neumonía y meningitis.
El 4 de mayo se declaró su muerte cerebral. Renato era donante de órganos y sus órganos fueron destinados a Cucaiba.
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