La sorprendente elección de un sospechoso: motivos para solicitar continuar en prisión por el caso de fentanilo adulterado
Ariel Fernando García Furfaro, de 49 años, ha optado por seguir en prisión el tiempo que sea necesario, hasta que se aclaren las muertes vinculadas a su caso. Este líder empresarial, vinculado a la empresa HLB Pharma, está detenido desde la semana pasada por decisión del juez federal Ernesto Kreplak. A diferencia de los otros nueve acusados que han intentado conseguir su libertad provisional, García Furfaro ha decidido no solicitar la excarcelación, asumiéndolo como un sacrificio personal por el daño causado a, al menos, 96 personas que fallecieron tras recibir dosis de fentanilo contaminado de su laboratorio.
Declaraciones del sospechoso
En su declaración ante el juez Kreplak y la fiscal Laura Roteta en los tribunales de La Plata, García Furfaro expresó: “Estoy dispuesto a dar la cara si se demuestra mi implicación en este asunto”. Durante el proceso, su abogado Gastón Marano, quien también defiende a sus hermanos Hernán y Diego, y a su madre Nilda Furfaro, confirmó al diario Clarín que no buscaron la excarcelación por una expresa solicitud de su cliente, quien desea permanecer en prisión hasta que la justicia esclarezca los hechos sin ningún tipo de condicionamiento.
Contexto legal y detención
Los hermanos García enfrentan acusaciones de estar involucrados en la gestión de los laboratorios HLB Pharma Group SA y Laboratorios Ramallo SA, relacionados con la producción, distribución, y adulteración del lote 31.202 de fentanilo, el cual resultó mortal para al menos 96 pacientes en cuidados intensivos. Actualmente, los tres hermanos se encuentran en el penal federal de Ezeiza, bajo un período de adaptación en un pabellón junto a otros reclusos.
En estos primeros días de detención, los hermanos han sido sometidos a exámenes médicos. Las fuentes han señalado que Ariel enfrenta algunos problemas de ansiedad, y han tenido que administrarle tranquilizantes. Su prioridad es que sus hermanos obtengan la libertad y no pasen por la experiencia carcelaria, decisión motivada en parte porque Ariel ya estuvo preso anteriormente por tentativa de homicidio, experiencia que no quiere que se repita para sus allegados.
Asimismo, la madre de los hermanos, Nilda Furfaro, cumple arresto domiciliario debido a su edad, mientras que otro de los sospechosos, Rodolfo Antonio Lambrusciano, ha sido liberado al no encontrarse suficientes pruebas en su contra. Según la justicia, Lambrusciano no tenía contacto con el resto de los involucrados desde hace más de dos años, siendo considerado una figura de nombre en el grupo.
Defensas y alegaciones
García Furfaro, en un extenso testimonio de casi seis horas ante los jueces, negó cualquier participación en la adulteración del producto. Delegó la responsabilidad a factores externos y criticó a la ANMAT, acusándola de ser parte de una operación en su contra. Elogió a su equipo por su dedicación y meticulosa labor, y aseguró el uso de machinarías y protocolos de limpieza rigurosos en sus empresas. Argumentó que las condiciones de trabajo eran inmejorables, y reiteró su incomprensión acerca de cómo pudo haber ocurrido la contaminación.
En última instancia, García Furfaro lamentó la situación económica a la que se enfrenta y expresó que, aunque la revelación de la verdad lo dejara en la ruina, su prioridad sigue siendo la integridad de su familia antes que cualquier resultado financiero. A pesar de las dificultades actuales, mantiene su compromiso de colaborar con la justicia para resolver este incidente.