Un tribunal en Misiones ha decidido cerrar el caso sobre el fallecimiento de Juanita Milagros Sirimarco Díaz, una estudiante de 13 años, debido a la “ausencia de delito”. La menor había sufrido una descompensación mientras volvía de un viaje de graduación en Córdoba.
Conclusiones Judiciales
Las conclusiones de la investigación judicial indicaron que no hubo negligencia por parte de los maestros, los coordinadores y el personal de salud que atendieron a la joven durante el trayecto. Tanto el juez de Instrucción Ricardo Walter Balor como el fiscal René Casals determinaron que no existían fundamentos para imputaciones penales. Sopesaron que la joven podría haber muerto por una complicación severa de Influenza B, que provocó una sepsis generalizada rápidamente.
Imposibilidad de Autopsia
La decisión de los familiares de incinerar el cuerpo impidió la realización de una autopsia para confirmar la causa exacta del fallecimiento. Juanita había participado en octubre, junto con sus compañeros del Instituto Cristiano República Argentina (ICRA), en un viaje de estudios a Villa Carlos Paz.
Durante el retorno en autobús, presentó síntomas como fiebre, vómitos y diarrea. Al llegar al Hospital de Pediatría de Posadas, los médicos la encontraron deshidratada e iniciaron su internación. Las pruebas de laboratorio revelaron una infección que, a pesar del tratamiento con antibióticos, se tornó en shock séptico. Juanita falleció cuatro días después en cuidados intensivos.
El juez Balor señaló que “no hubo ninguna omisión negligente, tomando en cuenta los conocimientos médicos empleados durante anteriores experiencias en viajes similares”.
El juez también destacó las acciones de la empresa responsable del viaje, que había coordinado el traslado inmediato de la niña a un hospital al llegar a Posadas. Sin embargo, la madre de Juanita desautorizó este plan, prefiriendo esperar una ambulancia.
Según Balor, la estudiante entró al vehículo sanitario por sus propios medios con su maestra. En ese momento, estaba lo suficientemente consciente como para corregir a su docente cuando mencionó que tenía 12 años, afirmando que en realidad había cumplido 13.
Reflexiones del Tribunal
“El trágico desenlace de Juanita impactó a toda la comunidad”, afirmó Balor, y añadió que, por más dolorosa que sea la pérdida, no se puede acusar penalmente a quienes actuaron conforme a sus capacidades y posibilidades.
En su explicación, Balor insistió en que la falta de una autopsia fue un obstáculo crucial para confirmar el mecanismo de muerte y evaluar posibles errores médicos o infecciones intrahospitalarias.
El juez remarcó que la investigación no encontró “indicios de conductas que justificaran una acusación”. También abrió la puerta a una demanda civil por parte de la familia, aunque aclaró que “no hay suficiente base legal para implicaciones penales”, motivo por el cual archivó la causa.
Balor y Casals habían iniciado una investigación tres días después del deceso, motivados por las denuncias de la madre en medios locales sobre la atención insuficiente que habría recibido su hija. La madre alegó que la empresa de viajes prefirió cumplir el horario de llegada antes que detenerse en un hospital para atender a Juanita.
EMJ