Ezequiel Ríos, de 45 años, pasó cuatro años, tres meses y tres semanas entre rejas, tras ser acusado injustamente de abusar sexualmente de sus dos hijas menores. Un tribunal en La Plata lo exoneró porque el fiscal decidió abandonar el cargo. Se demostró que las acusaciones eran infundadas y se descubrió que la madre de las niñas había manipulado a sus hijas para que declararan falsamente en su contra, alegando abusos con el fin de perjudicarlo.
El desenlace inesperado del juicio
El caso, que involucra una supuesta denuncia falsa dentro de un conflicto familiar, fue destapado el jueves cuando se interrumpió abruptamente el juicio oral contra Ríos. Este se desarrolló en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de La Plata a lo largo de tres sesiones consecutivas.
La resolución no fue inédita en el ámbito penal platense. Recientemente, se archivó el caso de Néstor Adrián Santiago, quien también fue acusado sin pruebas de abusar de su hijastra en 2021. Después de largos procesos judiciales y análisis, la justicia determinó su absolución debido a la falta de evidencia concluyente.
Patrones en falsas acusaciones
Un caso similar que tuvo incluso más notoriedad fue el de Pablo Ghisoni. Su hijo Tomás, de 23 años, publicó un video en julio donde admitió haber acusado falsamente a su padre de abuso. Compartió que había sido manipulado por su madre para sostener una mentira durante una década, tres años de la cual su padre estuvo en prisión.
En el caso de Ríos, la acusación surgió en 2019, en el contexto de su separación de Roxana Mercedes Jaimes, de 44 años. Se sospecha que ella orquestó las denuncias de abuso realizadas por sus hijas, incluyendo situaciones que involucraban contacto íntimo.
El 10 de mayo de 2021, Ríos fue detenido bajo solicitud del fiscal Álvaro Garganta, respaldado por el juez de Garantías Pablo Raele. La Cámara de Apelaciones apoyó la decisión, y todos los intentos de liberación fueron rechazados hasta que las acusaciones se desvanecieron durante el juicio.
Construyendo una nueva vida
Seis magistrados respaldaron cargos que finalmente se desestimaron. Durante el juicio, la fiscal Leyla Aguilar decidió “retirar la acusación” debido a la ausencia de pruebas sólidas en contra de Ríos.
La fiscal basó su decisión en diversos elementos, como los informes psicológicos de la esposa, que indicaban que la mujer tenía trastornos significativos, propensos a distorsionar la realidad y causar alteraciones mentales que podían influir sobre sus hijos.
Aguilar también solicitó incluir en el caso una evidencia previamente subestimada: el reconocimiento médico a las niñas supuestamente abusadas. El análisis no reveló señales de violencia sexual en las menores.
Frente a la posición de la fiscal, el tribunal compuesto por los jueces Andrés Vitali, Ernesto Domenech y Santiago Paolini procedió a la absolución de Ríos, ordenando su pronta liberación.
Ríos pasó la noche del miércoles fuera de la celda en la Unidad Penal 9 de La Plata. “Se emocionó. Hasta lloró al despertar y no ver el techo de la prisión”, compartió con sus allegados. Más tarde expresó en sus redes sociales: “Se hizo justicia”.
Ríos está ahora en el hogar con su nueva pareja en Parque Sicardi, a unos 15 kilómetros de La Plata, y ya está acondicionando un taller automotor para retomar su trabajo en la mecánica, el cual había dejado debido a las disputas legales con su ex pareja que lo llevaron a prisión preventiva.
Los inicios del conflicto legal
Matías Pietra Sanz, abogado defensor de Ríos, explicó que el conflicto comenzó tras separarse de Jaimes. Según sus declaraciones a Clarín, “ella inicialmente lo acusó de violencia, luego se emitieron medidas cautelares y más adelante afirmó que había presenciado a Ezequiel cometiendo abuso en 2017 contra una de sus hijas”.
Pietra Sanz señaló que el proceso judicial estuvo plagado de irregularidades, ya que las acusaciones se basaron en gran medida en declaraciones de una menor obtenidas en condiciones atípicas durante la pandemia y en pericias que mostraban inconsistencias.
A pesar de las irregularidades, Ríos continuó en prisión, mientras se cuestionaban las evidencias recolectadas durante la pandemia mediante videoconferencia, y los informes de los psicólogos y psiquiatras quedaron invalidados en el tribunal.
La fiscalía consideró el informe psicológico de Ríos, favorable en su totalidad, y las evaluaciones psiquiátricas sobre Jaimes que evidenciaban serias alteraciones mentales. Asimismo, se presentaron antecedentes de tratamiento psiquiátrico de la ex pareja del acusado.
“Ezequiel ahora tiene como prioridad reconectar con sus hijas, quienes residen con su madre en Santiago del Estero. Ella se trasladó allá en un intento por evadir sus obligaciones”, informó Pietra Sanz.
El desenlace de este proceso judicial genera insatisfacción general. “Es un escenario complicado de entender fuera del contexto judicial. Si realmente las niñas fueron abusadas, no habrá justicia; y si no sucedió, tenemos a una persona que pasó más de cuatro años encarcelada sin motivo alguno”, concluyó el abogado.
AA
