El Humor y Obsesión de Julio Gauna
Julio Gauna se considera una persona extremadamente apasionada por su labor. Confiesa que no ha conocido a nadie más dedicado que él mismo. Esta intensidad, asegura, le ha traído resultados positivos, llevándolo a la cima de su industria. “Ser intenso está perfecto”, comenta sonriendo, “esta es la forma en que he logrado mis metas. Es parte de mi esencia, no consigo detenerme”.
El Cambio en Estilo de Vida de Julio
Durante una conversación con Clarín, Julio revela que en junio experimentó un serio problema de salud que lo llevó a ser operado. “Empezó con una acidez molesta, seguida de calambres en el estómago y finalmente resultó ser una hernia de hiato, lo que me hizo terminar en el quirófano”, relata con una breve risa resignada. Aunque el procedimiento se realizó un sábado, ya estaba de regreso en la oficina el lunes siguiente a las siete. Tuvo que reducir su ingesta de comida rápida drásticamente, aunque aún la disfruta moderadamente. “Podía vivir comiendo hamburguesas”, confiesa.
Desde los Inicios hasta el Gran Éxito
Julio logró perder 35 kilos en 70 días al controlar su ansiedad por la comida. Comparado con cómo lucía en 2022, parece otra persona; el propietario de las crecientes cadenas El Desembarco y Mr. Tasty, que cuentan con 100 sucursales a lo largo y ancho del país. El primer local de El Desembarco nació en Boedo en 2017 y desde entonces, Julio se comprometió a expandir su negocio por todo el territorio nacional. “Es una locura; debería estar contento, pero soy muy exigente conmigo mismo y siempre estoy pensando en el siguiente paso”, comenta.
Nacido en Reconquista, Santa Fe, Julio creció en Mar del Plata y se trasladó a Buenos Aires en 2007 con solo 100 dólares en su bolsillo. Durante varios años trabajó en telecomunicaciones, pero finalmente decidió cambiar de rumbo para perseguir su verdadera pasión: las hamburguesas. Era conocido por consumir tres o cuatro al día, cada día.
Su esposa Ximena contrató un entrenador personal para él cuando notó que “tenía una joroba en el abdomen”, así lo describe él mismo. Hoy, Julio es conocido como “El Loquito de la hamburguesa”.
Llegar a Buenos Aires significó el comienzo; diez años después, en 2017, inauguró la primera tienda de El Desembarco y hoy suma 100 establecimientos.
En poco tiempo, Gauna logró establecer un imperio argentino que compite directamente con cadenas como McDonald’s y Mostaza. “Tengo 10 locales propios y 90 franquicias que dependen totalmente de mí. Suministro todos los insumos necesarios, audito cada 48 horas y mantengo reuniones periódicas con los franquiciados. Si alguna franquicia no cumple con nuestros estándares, asumo el control, ya que la reputación de la marca está en juego”.
Gauna se refiere a la planta de producción de 400 metros cuadrados ubicada en Martín Coronado, Tres de Febrero, cuando habla de abastecimiento. Desde allí, camiones salen diariamente a distribuir productos al resto del país. “La situación económica del país es desafiante, pero las oportunidades están ahí si uno se adapta. Personalmente, apoyo las reformas del Gobierno ya que reflejan cómo opera el mundo. Argentina está creciendo, pero el progreso lleva tiempo”, expresa esperanzado.
Está convencido de que su estrategia es acertada: “Mientras otros disminuyen su tamaño o cierran, yo tengo 80 locales en construcción. Mis marcas continúan expandiéndose y si no se cumplen los estándares, simplemente termino el contrato. Las fallas en el servicio o en el uso de nuestros productos, como el pan o la panceta, son inaceptables… La inversión constante impulsa la marca. Calidad, servicio y precio son los ejes que nos mantienen en el podio. Estos aspectos son innegociables”.
“¿El secreto del éxito? Calidad, cantidad y precio. Ofrecemos una hamburguesa doble con huevo, cheddar, papas y bebida por $15,000”.
Durante la charla con Clarín, Gauna revisa frecuentemente su móvil. Se disculpa momentáneamente para atender una urgencia que termina tomando más tiempo del que esperaba. Finalmente, responde a una pregunta crítica, aunque no puede entrar en detalles. “Estamos en conversaciones avanzadas para adquirir la franquicia de Burger King en el país. No puedo extenderme mucho, pero las negociaciones están bien encaminadas”, explica.
¿Por qué Gauna está interesado en Burger King? “No lo hago por el dinero en este punto de mi vida. Mi interés reside en el crecimiento y la expansión; el reconocimiento es importante para mí. Creemos que es un gran reto mantener y revitalizar la marca, y confiamos en tener la infraestructura necesaria para afrontar esta gran responsabilidad”.
Gauna revela con orgullo una planilla cargada de cifras significativas. “Actualmente vendo 1,000,000 de hamburguesas mensuales y la facturación alcanza aproximadamente los 4,000 millones de pesos por mes”.
Transformó su pasión por las hamburguesas en un negocio millonario.
Gauna muestra su determinación por continuar expandiendo sus negocios. “Deseo todo lo que esté a mi alcance y son muchas oportunidades. Estoy comprometido en expandir El Desembarco y Mr. Tasty. Ya estamos operando en 16 provincias. Desde el norte en Perico (Jujuy) hasta el sur en Comodoro Rivadavia (Chubut). Quiero abrir en todas las provincias, especialmente en Ushuaia, Tierra del Fuego. Para mí, abrir nuevos locales es increíblemente emocionante”.
Según él, “El Desembarco y Mr. Tasty han sido las marcas gastronómicas con mayor crecimiento en los últimos tiempos. Esto demuestra que no somos una simple tendencia, sino el resultado de un proceso bien estructurado. Mientras hablo con Clarín, se están firmando nuevas franquicias, progresan las obras y el engranaje sigue girando”.
Como admirador de McDonald’s, Gauna la define como una excelente compañía global, y aunque sabe que no llegará a ese nivel, busca la persistencia y calidad que ellos proponen. “McDonald’s vende 12 millones de hamburguesas que quizás no son las más sabrosas, pero son confiables. La hamburguesa de El Desembarco es más sabrosa porque es artesanal, mientras que la de Mr. Tasty se asemeja más a la de McDonald’s porque está hecha con carne de Unión Ganadera. Sin embargo, en todas nuestras hamburguesas, la calidad y el sabor son innegociables”.
Gauna se enfrenta a problemas relacionados con las hamburguesas con entusiasmo y asegura: “Enfrentar problemas me motiva, no me paralizo ni lo ignoro. En ocasiones, la gente me llama para quejarse por un pedido; si consiguen mi número, hasta me insultan, pero lo asumo, les pido paciencia, contacto a la sucursal para resolver el problema. Me esfuerzo en asegurar soluciones, porque perder un cliente, por pequeño que sea el error, es un gran golpe”.
Para muchos podría parecer increíble que las hamburguesas generen tanto dinero. “La hamburguesa es más que comida, es un icono, y puede ser muy lucrativa si se prepara bien. Siempre miro a McDonald’s, que es mi referencia aunque no podría igualarlos. Tengo veinte empleados provenientes de McDonald’s que han sido esenciales para mantener los altos estándares de calidad y exigencia”.
Al revisar su teléfono una vez más, Gauna no puede evitar un comentario audaz: “¿Cuántos mensajes crees que he recibido mientras hablamos?” Se aventura a decir 100, luego 200, pero la realidad supera la expectativa: “He recibido 700 mensajes en WhatsApp”. Casado con Ximena, quien también trabaja en la empresa, y padre de tres hijos: Isabella (13), Aria (7) y Noah (3), enfatiza la importancia de su familia: “Mi familia es esencial para mí. Espero que alguno siga mis pasos, pero será su elección. Mi misión es transmitirles pasión”.
MG