Probable impacto de asteroide: Manteniendo la calma
El reciente encendido del Sistema de Defensa Planetaria debido a un asteroide potencialmente peligroso ha generado titulares alarmistas. Aunque es cierto que existe una roca espacial de entre 50 y 100 metros cuya trayectoria podría coincidir con la de la Tierra en 2032, no hay razón para desesperarse. La probabilidad de un impacto directo es mínima, estimada en apenas un 2%. Esto es comparable a elegir una ficha roja entre 100, teniendo solo dos rojas disponibles. Tal riesgo se clasifica en la Escala de Turín con un nivel 3 o 4, indicando un riesgo bajo pero digno de seguimiento. La NASA ha activado su vigilancia planetaria para monitorizar el movimiento del asteroide 2024 YR4 en los próximos años.
Comprendiendo las probabilidades
Este asteroide llama la atención por dos motivos: su tamaño es suficiente para provocar daños significativos y superó la barrera del 1% en probabilidad de impacto, lo que legitimó su monitoreo. Importante: estas probabilidades son estimaciones basadas en datos actuales y podrían modificarse conforme se mejoren las mediciones de su órbita. A medida que se recopile más información, la precisión de estas predicciones mejorará. Es factible que la amenaza de colisión se descarte o que el riesgo aumente.
El asteroide 2024 YR4 podría provenir del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Fue identificado por primera vez el año pasado por el Centro de Planetas Menores, y se informó al Sistema de Alerta de Impacto en Chile, que cuenta con financiamiento de la NASA. Se estima un periodo orbital alrededor del Sol de cuatro años, y en ocho años es posible que su órbita se cruce con la de nuestro planeta, según las proyecciones actuales. Sin embargo, cuatro años antes de esa fecha se obtendrán datos más precisos sobre su trayectoria.
Javier Gómez, astrónomo y director del Planetario de Sierra de la Venta, vio las variabilidades posibles: “La trayectoria puede ser alterada por colisiones con otros asteroides o por influencias gravitacionales de planetas y el Sol”. Gómez también explicó el efecto Yarkovsky, que menciona que la radiación solar puede desviar ligeramente al asteroide.
Aunque es improbable que el asteroide impacte, de entrar en la atmósfera se quemaría parcialmente, reduciendo su tamaño. Sin embargo, si aún golpeara tierra firme, el daño podría ser considerado grave. En 2022, la NASA demostró con éxito la tecnología de desviación de asteroides con su misión DART, que desvió el asteroide Dimorphos, confirmando la viabilidad de las tecnologías de defensa planetaria.
La misión DART logró desviar un asteroide al golpearlo a alta velocidad, cambiando su órbita, un método que podría protegernos de futuros impactos. Además, el telescopio James Webb aumentará el seguimiento de estos objetos espaciales para mejorar nuestro tiempo de reacción.
Impacto potencial y sus efectos
Imaginando el peor escenario, un impacto causaría un cráter considerable y liberaría energía equivalente a cientos de bombas nucleares pequeñas. Algunos especialistas sugieren que áreas como el norte de Sudamérica o regiones sobre el Océano Pacífico podrían ser puntos de impacto probable. Aun así, el 70% del planeta está cubierto por agua, aumentando la posibilidad de un impacto en el océano y generando tsunamis moderados. Afortunadamente, habría tiempo suficiente para evacuar.
Recordando eventos pasados
La historia reciente ha visto varios asteroides monitoreados de cerca debido a riesgos potenciales que finalmente se disiparon. Sin embargo, en 2013, el meteoroide de Cheliábinsk sorprendió, con una explosión sobre la atmósfera que provocó lesiones a miles y daños materiales considerables en Rusia. Estos eventos nos recuerdan la importancia de permanecer vigilantes y preparados.