Análisis del uso desmedido del móvil en la ciudad de Buenos Aires
En un hallazgo alarmante, sólo el 10% de los jóvenes porteños de entre 18 y 30 años no muestra indicios de uso adictivo de dispositivos electrónicos. Asimismo, uno de cada cuatro adultos presenta un uso considerablemente riesgoso del teléfono móvil.
Resultados significativos del estudio reciente
Estos datos provienen de un estudio pionero sobre los nuevos patrones de consumo en Buenos Aires. Un dato adicional extraído de la Encuesta de Prácticas de Riesgo Adictivo (EPRA) resalta la creciente preocupación sobre la actividad virtual de los porteños, al descubrirse que casi la mitad de quienes apostaron usando su celular en el último año —un incremento del 3,4%— exhiben un grado de riesgo moderado a alto.
Detalles de la investigación
Este estudio fue realizado por el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de Buenos Aires, en colaboración con el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA). Incluye también el análisis de consumo de diversas sustancias como el alcohol, tabaco y drogas. La encuesta involucró a 6.000 habitantes de Buenos Aires de entre 18 y 75 años, y busca guiar las políticas públicas basadas en pruebas.
“Finalmente disponemos de datos representativos sobre la población adulta de la Ciudad que no teníamos anteriormente, especialmente en lo referido al uso del celular”, comenta María Agustina Paternó Manavella, autora del estudio.
Exceso del uso del móvil y sus implicaciones
El uso desmesurado del móvil está transformándose en un comportamiento riesgoso. Más del 87% de los jóvenes muestran algún patrón de uso que podría considerarse problemático, y buena parte de los adultos pasa más de cinco horas al día conectados, incrementándose a seis horas para el grupo de 18 a 30 años.
El 4,9% de los entrevistados expresa preocupación por su uso del móvil, siendo esta inquietud más prominente entre mujeres (5,9%) que en hombres (3,7%). También es más notable entre quienes pertenecen a niveles socioeconómicos medios y altos.
Impacto del consumo digital en la sociedad
El teléfono móvil, si bien representa un avance significativo, también ha propiciado un estilo de vida sedentario que no siempre puede equilibrarse con hábitos saludables. Martín Etchevers, de la Facultad de Psicología de la UBA, señala las diferencias de impacto del móvil entre adultos, niños y adolescentes, marcando la falta de interacción cara a cara como un déficit en el desarrollo de habilidades sociales.
El gobierno de la ciudad ha fortalecido su red de atención a los consumos problemáticos, con múltiples centros de ayuda a disposición de los ciudadanos.
Consumo de sustancias tradicionales
En cuanto al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, la edad de inicio promedio cerca de los 17 años para el alcohol y el tabaco, y a los 19 años para la marihuana (más alto en barrios como Núñez y Belgrano). Con el consumo de cocaína siendo más prevalente entre las personas de 31 a 44 años, varones y ciertos barrios como Villa Lugano.
Otros consumos de sustancias, como los ansiolíticos y antidepresivos, comienzan a edades mayores, entre los 32 y 35 años, con un claro vínculo entre el nivel socioeconómico y la edad de inicio.
