Impacto de la baja natalidad en la educación argentina
Las aulas argentinas están experimentando una transformación significativa debido a la notable disminución en la tasa de nacimientos, resultando en una caída en la cantidad de estudiantes inscriptos a nivel nacional y en todos los niveles educativos. Esta situación ha generado un intenso debate entre los especialistas en educación. ¿Puede esta ser la oportunidad de transformar la enseñanza de manera positiva? ¿Cómo optimizar los recursos disponibles cuando hay menos estudiantes presentes? ¿Podría, paradójicamente, ser una oportunidad para reducir el presupuesto destinado a la educación? Las preguntas abundan y no hay respuestas sencillas.
Desafíos y oportunidades en el sistema educativo
Con una fecundidad reducida, se anticipa que las familias incrementen su inversión en educación. Además, con menos nacimientos, se proyecta una menor matrícula en las escuelas, lo que plantea retos significativos en términos de reorganización educativa, según un reciente análisis del Observatorio de Argentinos por la Educación.
La investigación revela que el número de nacimientos en Argentina ha disminuido un 36% entre 2014 y 2022, pasando de 777,012 a 495,295 nacimientos anualmente. Se espera que, consecuentemente, la matrícula escolar también disminuya en un 31% en los próximos años.
Estrategias para mejorar la calidad educativa
Rafael Rofman, de CIPPEC, junto con Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén del Observatorio, destacan que la baja natalidad puede ser una oportunidad única para mejorar el sistema educativo, aprovechando los recursos humanos y materiales liberados. Se plantean tres estrategias posibles:
1) mantener el mismo número de aulas pero reducir el número de estudiantes por clase para potenciar la educación personalizada;
2) mantener el número de estudiantes por aula, pero incrementar la cantidad de educadores en roles de tutoría;
3) continuar con la misma cantidad de estudiantes por aula y ofrecer capacitación rotativa a los docentes fuera del aula.
Cada una de estas políticas cuenta con sustentos científicos basados en experiencias internacionales.
El panorama educativo y social en un país cambiante
La disminución en la tasa de nacimientos también podría transformarse en un peligro para el sistema de pensiones a futuro, ya que habrá más personas jubiladas por cada trabajador activo, según el investigador Marcelo Rabossi de la Universidad Di Tella. A pesar de este riesgo, la menor cantidad de nacimientos ofrece una oportunidad para mejorar la educación, siempre que se mantenga o aumente la inversión por estudiante.
Asimismo, la disminución en la demanda educativa en el sector privado representa una amenaza, ya que podría resultar en el cierre de algunas escuelas y fomentar la fusión de otras como estrategia de supervivencia, señala Rabossi.
Impacto en las distintas regiones del país
Examinar la caída en la natalidad implica analizar cómo afecta de manera desigual a las provincias del país. La disminución ha sido más significativa en Tierra del Fuego (-49%), Jujuy (-44%) y CABA (-44%), mientras que fue menos pronunciada en Chaco (-21%), Santa Fe (-28%) y Misiones (-29%). Un informe del IDECBA señala que la matrícula prescolar en 2025 será un 34% menor en comparación con 2019, y la primaria disminuirá un 25% para 2028.
La caída de nacimientos también ha sido objeto de evaluación por Unicef, que indica que, con una correcta reorganización educacional, los niños argentinos podrían tener cupos asegurados en el jardín de infantes en dos años.
