A sus 80 años, Guillermo Salatino, un referente del periodismo deportivo, fue víctima del engaño conocido como el “cuento del tío”. A las once de la mañana del martes, unos estafadores lograron sustraer una gran suma de dinero en pesos desde su cuenta bancaria. Salatino, aún molesto, expresó: “No puedo creer que me pase algo así a mi edad”. Esta táctica de estafa va evolucionando, afectando especialmente a personas de edad avanzada. Sin embargo, el engaño que sufrió Salatino fue inusual y novedoso.
Modalidades comunes de estafa
Han existido fraudes de diversas formas. Recientemente, uno de los más utilizados ha sido el que utiliza al PAMI como señuelo: un falso representante del PAMI contacta a los jubilados para explicarles cómo acelerar ciertos trámites por teléfono, tras lo cual solicita información personal para acceder a sus cuentas bancarias.
Un engaño sofisticado
No obstante, el caso de Salatino fue distinto. Su experiencia es similar a una emboscada, a diferencia de las tácticas tradicionales que presuponen una llamada telefónica a la víctima. El periodista cayó en la trampa a través de Instagram, por su propio pie. “Estaba viendo reels y apareció una promoción con un 30% de descuento en YPF. Llamé al número que aparecía y me atendieron”, relató. A partir de ahí, la situación se complicó.
Peligros de la información personal
El periodista pasó cerca de 40 minutos en la llamada. “Comenzaron con preguntas normales, como mi nombre, DNI y si era cliente de YPF. Sin embargo, las preguntas empezaron a volverse cada vez más sospechosas”, explicó.
El desenlace del fraude
Luego de solicitar datos aparentemente normales, los estafadores insistieron en que accediera a su cuenta de homebanking en el Banco Nación. “Ahí fue cuando me atraparon”, confesó Salatino, visiblemente molestos.
De alguna manera, que él mismo no logra explicar, su cuenta bancaria fue vulnerada virtualmente. “Nunca les di el número de mi cuenta, pero de algún modo hackearon mi teléfono y capturaron mi información”, detalló.
Después de una conversación prolongada, la comunicación se interrumpió abruptamente… el robo estaba consumado. Fue entonces cuando el periodista se dio cuenta de que había caído en un engaño. “Poco después, noté que habían desaparecido de mi cuenta más de $1.800.000”.
Intentando recuperar su dinero, el periodista contactó a su banco para rastrear la cuenta a la que se transfirió el monto. El dinero fue enviado a una cuenta del ICBC a nombre de Milagros Ivonne Moyano, con el DNI 44076486. Sin embargo, al buscar esa información en Internet, no aparece referencia alguna sobre esa persona. “Realmente fui muy ingenuo”, lamentó nuevamente el comunicador.
El impacto psicológico en los mayores
Las investigaciones actuales destacan que los individuos mayores son frecuentemente los más afectados por tales engaños, sufriendo consecuencias más graves. Los “cuentos del tío” son extremadamente variados, adaptables y en ocasiones resurgen con el tiempo, muchas veces combinando el abuso económico con el psicológico e incluso físico.
En nuestro país, son particularmente comunes aquellos que llaman alertando sobre un cambio de moneda, secuestros virtuales o propuestas de reparación de servicios, entre varios métodos que, lamentablemente, suelen no ser reportados”, afirma Ricardo Iacub, experto en psicología.
El profesional menciona que, desde una perspectiva psicológica, los mayores tienden a recibir más positivamente las ofertas ajenas, lo que a veces les ofrece bienestar, pero también los hace más susceptibles al engaño.
“En entrevistas con adultos mayores que fueron o intentaron ser engañados, el impacto emocional experimentado incluyó miedo, y una percepción de incapacidad, lo que llevó a algunos a considerar renunciar a su autonomía económica, aun sin padecer de déficits cognitivos. Curiosamente, aquellos que lograron defenderse también se cuestionaron, mostrando el trauma ocasionado por estas experiencias”, explicó el especialista.
PS