En un lapso de solo siete días, dos incidentes similares ocurridos en ferias científicas escolares resultaron en menores gravemente heridos en diferentes colegios, uno en Palermo y otro en Pergamino. Clarín informó que, debido a la falta de protocolos concretos para este tipo de eventos por parte de los Ministerios de Educación de Ciudad y Provincia de Buenos Aires, son las mismas instituciones las que deben definir sus procedimientos de seguridad.
Consecuencias y Situaciones Críticas
La manipulación inapropiada de fuego y sustancias inflamables causó situaciones críticas en estos dos colegios. Dos estudiantes del Colegio Guadalupe se encuentran en estado crítico; uno de ellos está ingresado con pronóstico reservado en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, mientras que el otro es tratado en el Hospital de Quemados, donde se encuentra estable. Una semana antes, una niña de 10 años sufrió quemaduras durante una feria científica en el Instituto Comercial Rancagua, en Pergamino.
La Necesidad de Normativas de Seguridad
Estos eventos, que podrían haberse evitado, plantean serias preguntas sobre las medidas de seguridad que se deben implementar en las exposiciones científicas escolares.
Según el Ministerio de Educación de la Ciudad, se cuenta con un programa denominado “Escuelas Seguras” que proporciona una serie de pautas sobre seguridad e higiene que las escuelas deben seguir. Además, se está trabajando en la creación de un protocolo que será lanzado en breve para reducir los riesgos en las ferias científicas.
Desafíos en la Implementación de Protocolos
“Aún no existe un protocolo específico y oficial para la realización de ferias escolares de ciencias, por lo que cada institución educativa debe establecer criterios claros de seguridad adaptados a la edad de los estudiantes, los recursos disponibles y las características propias de cada proyecto educativo”, comenta Martín Zurita, secretario ejecutivo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA), para Clarín.
En la Provincia de Buenos Aires, la situación es semejante a la de la Ciudad. Zurita enfatiza que aunque hay ferias científicas en la provincia, no hay directrices específicas sobre seguridad. “Estas medidas deben formar parte del proyecto educativo de cada institución ya que no existe una exigencia oficial por parte de la Provincia ni de la Ciudad”, afirma.
Propuestas de Seguridad: Un Vistazo a Ejemplos
En colegios como Nuestra Señora de Fátima en Castelar, cuando se organizan eventos como una feria de ciencias, la institución elabora el proyecto y lo presenta a la Dirección General de Escuelas de la Provincia para su inspección y aprobación. Pero, ¿qué debe contener un protocolo efectivo para garantizar la seguridad en tales eventos?
El Instituto Industrial Luis A. Huergo, un colegio técnico privado, realiza talleres y laboratorios como parte central del aprendizaje. Cada protocolo de seguridad es único según el nivel y la actividad realizada, y las mismas normas se aplican durante las ferias de ciencias.
La rectora Estela Domínguez Halpern explica que hay un proceso de aprendizaje enfocado a la manipulación de materiales, las modificaciones durante el trabajo, y el impacto en un entorno controlado. Las actividades se desarrollan en grupos pequeños, nunca con todo el curso, y siempre bajo supervisión docente. Dependiendo de la práctica y el espacio, se utilizan elementos de seguridad específicos, como lavaojos, mantas ignífugas, y extinguidores.
Se establecen normas precisas: llevar guardapolvo correctamente cerrado, usar pantalón largo y calzado cerrado, mantener el cabello recogido, y no llevar objetos colgantes. Además, se especifican los equipos de protección personal según las actividades.
En áreas técnicas, por ejemplo, se usan punteras de seguridad, gafas y guantes según la tarea, mientras en materias como química, electricidad, y renovables se requiere el uso de gafas de seguridad. En construcciones, se deben utilizar punteras de seguridad según la actividad.
Coordinadores de otros colegios, como el Instituto Evangélico Americano en Villa del Parque, subrayan la importancia del manejo apropiado de los materiales y del uso correcto de las instalaciones. Las prácticas de laboratorio incluyen normas de seguridad estrictas para el manejo responsable de materiales y la adecuada distancia entre estudiantes durante las actividades.
Finalmente, enfatizan la necesidad de contar con docentes capacitados en primeros auxilios para responder adecuadamente ante cualquier emergencia. La clave está en mantener prácticas conscientes y responsables, subrayando que, aunque existen muchos protocolos, el reto es responder eficazmente a cualquier incidente y minimizar los riesgos de consecuencias mayores.
