La Filosofía Detrás de la Terapia Breve
Un psicólogo español, Mark Beyebach, lanzó una frase que podría pasar como un lema publicitario: “Discutir problemas engendra problemas, mientras que hablar de soluciones genera soluciones”. Esta filosofía representa la esencia de su práctica, conocida como terapia breve enfocada en soluciones, un método dirigido a problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
El Papel del Terapeuta Según Beyebach
Comparándose a un conductor de taxi, Beyebach afirma: “Nosotros, los terapeutas, seguimos las indicaciones del cliente”. Esta idea, discutida en una conversación telefónica extensa y acogedora, surgió en el contexto de una invitación de la Fundación Gregory Bateson de Buenos Aires, donde Beyebach participó en el XVII Congreso Internacional de Psicología, reflexionando sobre el porvenir de las psicoterapias.
Distanciamiento del Psicoanálisis Clásico
En un país como Argentina, con alta densidad de psicólogos y donde la teoría freudiana sigue siendo predominante, el enfoque de Beyebach marca una clara divergencia. Su método busca ser una alternativa a las largas terapias psicoanalíticas, respondiendo a la demanda de soluciones rápidas y eficaces en esta era digital.
Origen y Evolución de la Terapia Breve
Desarrollada en los años 80 en Palo Alto y Milwaukee, la terapia breve centrada en soluciones surgió de la observación de que los problemas tienen múltiples causas y a menudo generan ciclos negativos. La propuesta se enfoca en estrategias que fomenten interacciones positivas, invirtiendo en lo que funciona e impulsando a los consultantes hacia un futuro deseado.
-¿Qué es, entonces, la terapia breve centrada en soluciones?
-Es un enfoque que comenzó en los 80 en EE. UU., específicamente en Palo Alto y Milwaukee, dentro de la rama de las terapias familiares pero desde un ángulo más estratégico y comunicativo. La idea es que los problemas se intensifican debido a ciclos negativos y, por lo tanto, la terapia se centra en incrementar ciclos virtuosos para revertir la situación.
-¿Por qué simular un presente diferente es efectivo?
-El objetivo es motivar a los individuos a actuar como si su futuro ideal fuera hoy. Esto promueve su capacidad al máximo, enfocándose en sus fortalezas. La duda inicial sobre la durabilidad de los resultados se disipó cuando en Salamanca, donde probamos el método, vimos resultados que perduraban varios años.
-¿Qué significa “terapia breve” en términos de tiempo?
-Normalmente implica de cuatro a seis sesiones, aunque siempre buscamos realizarlas en el número mínimo necesario. A veces, solo una sesión es suficiente, como sucede en Canadá.
-¿Aplican este método en casos complejos, como el autismo?
-Personalmente, he trabajado más con los padres de personas autistas, y con personas con discapacidades intelectuales. Aunque las interacciones pueden ser limitadas, el diálogo sigue siendo crucial.
-Entonces, ¿es un enfoque “a la carta” del cliente?
-En parte, sí. La terapia se adapta a lo que el cliente desea y espera lograr. Quien busca introspección es mejor derivarlo a un psicoanalista. La función del terapeuta es guiar como un taxista, según las indicaciones del cliente.
-¿Cómo describiría una sesión bajo su método para alguien acostumbrado al psicoanálisis?
-Probablemente salga con un nuevo sentido de esperanza, convencido de que está más cerca de su objetivo de lo que pensaba. Usamos experimentos prácticos que ayudan a las personas a ver resultados tangibles en sus vidas cotidianas.
-Entonces, ¿se evita profundizar excesivamente en problemas del pasado?
-Sí, aunque es importante reconocer el pasado, nuestra metodología prioriza desencadenar acciones que cambien la dinámica hacia lo positivo en la propia sesión. Los cambios reales parten de reenfocar la atención más en las soluciones que en el problema mismo.
-¿Qué dificultades son comunes entre sus consultantes?
-Principalmente la ansiedad y depresión, en el ámbito individual, y en el contexto de pareja observo conflictos ligados a la rutina. Las dinámicas familiares suelen versar en torno a adolescentes con problemas debido a las drogas o la adicción a la tecnología.
-Frente a contextos adversos como los económicos, ¿cómo se integra todo esto?
-Incluso en situaciones económicas difíciles, la terapia es más saludable que recurrir a drogas o alcohol. Enfoques como el nuestro, nacidos de comunidades económicamente desfavorecidas, se centran en construir resiliencia y enfrentar la adversidad con fortaleza.
-Sobre el impacto de las tecnologías en la salud mental, ¿cómo se aborda?
-Las redes sociales han influido en la autoestima y han desatado nuevos problemas, como los alimentarios. Pese a que no hay correlaciones claras, la gestión de estas plataformas es un tema creciente en importancia.
-¿Por qué ser optimista ante tales desafíos?
-La resiliencia humana es formidable; a lo largo de la historia hemos encontrado maneras de superar obstáculos. Esa capacidad de enfrentar y adaptarse es la base de mi optimismo respecto del futuro.
