Recientemente, se desató una controversia en Quilmes debido a una planta de manejo de residuos gestionada por el municipio. Estudiantes de una prestigiosa escuela técnica local denunciaron públicamente problemas de salud, afirmando que se han sentido mal por los olores y gases procedentes de dicha planta. Además, los residentes de la zona costera también han expresado su descontento por la contaminación del área denominada Ecoparque, un nombre dado al lugar por la administración de Mayra Mendoza.
Afectaciones en la Escuela Técnica de Quilmes
Las quejas surgieron a raíz de las denuncias de alumnos de la Escuela Técnica Nº7 “Taller Regional Quilmes”, comúnmente conocida como IMPA. Estos estudiantes reportaron episodios recurrentes de malestar debido a los aromas y gases liberados por el “Ecoparque”, que es un extenso predio de 15 hectáreas donde se opera una planta de tratamiento de residuos.
“El vertedero está a solo 100 metros del comedor de mil estudiantes”, lamentó Mario, quien es padre de un alumno de IMPA, una institución subordinada a la Fuerza Aérea Argentina desde su inauguración en 1957. Algunos padres se quejaron de que sus hijos tuvieron que ser recogidos de la escuela después de sufrir mareos y náuseas, provocados por los fuertes olores que emanan de las toneladas de residuos que se procesan en la planta.
Gisela, otra madre, expresó su malestar. “Nos enteramos a través de un grupo de padres y madres, donde una madre mencionó que iría a recoger a su hijo porque se sentía indispuesto por los aromas intensos”, relató en un reporte de “Telenoche”. “Al principio no le dimos importancia hasta que más estudiantes comenzaron a sentir lo mismo. Al investigar sobre el Ecoparque, descubrimos que puede recibir cerca de 16 mil toneladas de basura doméstica”.
Mario, también padre de un alumno, subrayó: “¡A tan solo cien metros del comedor de los estudiantes! Hay mil estudiantes que pasan todo el año académico tan cerca de donde se trata la basura”.
El depósito Ecoparque fue establecido por el gobierno local de Quilmes durante la gestión de Mayra Mendoza. Aunque fue inaugurado con permisos parciales en diferentes momentos, como en 2023 cuando más del 90% de las instalaciones estaban listas para comenzar a funcionar, la jefa comunal se atribuye con orgullo su creación. “Hemos edificado el complejo Socio Ambiental EcoParque Quilmes para lograr una ciudad más limpia y sustentable. Estos espacios no solo mejoran la gestión de residuos, sino que también generan empleo y promueven la conciencia ambiental”, afirmó la intendenta en marzo, durante su segundo mandato al frente del municipio.
Impacto en la Comunidad de Quilmes
Juan Cabandié, quien fue ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible durante la administración de Alberto Fernández, destacó en 2024: “Conozcan el nuevo EcoParque en Quilmes. Un estado presente, que mejora la vida de sus ciudadanos”. Su ministerio, el 3 de julio de 2020, lanzó la “Licitación pública nacional N°1 01/2020”, para llamar a oferentes a diseñar, construir y operar el complejo socioambiental Ecoparque Quilmes bajo el financiamiento del préstamo BID 3249/OC-AR.
La edificación y diseño de la planta se financiaron con más de 456 millones de pesos y 1,4 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo, asumiendo la tarea una unión transitoria de empresas encargada de levantar el Ecoparque. Inicialmente, el municipio de Quilmes proyectó que la operatividad de la planta reduciría los vertederos y microvertederos a cielo abierto que todavía existen en la ciudad.
Tal como comenta la cuenta @impapadres en un reel que varios residentes ribereños, especialmente del barrio humilde El Fortín, han compartido: “No es ni ‘eco’ ni ‘parque’. Es, en realidad, un basurero municipal al lado de una escuela. Los malos olores que surgen del manejo de residuos están afectando la salud de estudiantes, docentes y empleados de la escuela”.
En las cámaras del informe televisivo, Ezequiel, un joven residente, se quejó: “Desde que comenzó a llover hace un mes no podemos acceder al campo por la acumulación de agua. No podemos jugar ni entrenar”. Las imágenes mostraban calles anegadas por centímetros de agua. Por tanto, también responsabilizan a la construcción.
El predio de la IMPA, perteneciente a la Fuerza Aérea, y la cancha del barrio El Fortín, denuncian la contaminación generada por la planta municipal de residuos. Foto por IMPA.
“Esta es la cuarta vez que nos inundamos, y esto no sucedía antes”, continuó el joven. “Esto comenzó tras la inauguración del Ecoparque porque elevaron el terreno cuatro metros. Esto no es solo agua; son los fluidos resultantes del tratamiento de los desechos”.
Los padres de los estudiantes de IMPA emitieron un comunicado dirigido al ministro de Defensa, Luis Petri, para notificarle sobre la situación. “No al ‘ecobasural’, rechazo a los olores desagradables en las aulas, no a los gases nocivos de la basura, no a las ratas invadiendo la escuela”, puntualizaron.
AGE