Nuevo informe sobre el glaciar Perito Moreno: su rápido retroceso es irreversible

Por muchos años, el glaciar Perito Moreno en Argentina fue visto como una excepción, mientras que numerosas masas de hielo a nivel mundial iban derritiéndose sin pausa.

La parte frontal del glaciar, conocida como trompa, se extendía o contraía, pero no significativamente, al menos según los parámetros glaciares. Tampoco la capa superficial experimentó grandes reducciones; incluso, pudo haber aumentado un poco en espesor.

Sin embargo, esa tendencia parece estar virando. Desde 2019, el Perito Moreno ha estado disminuyendo rápidamente, según reportes de científicos informados este jueves. Si este retroceso no se detiene, podría provocar una serie de eventos que intensificarían la pérdida de esta gran masa de hielo.

“Todo lo que observamos y sabemos nos lleva a pensar que el retroceso irreversible y extenso del glaciar es inminente”, manifestó Moritz Koch, un alumno de doctorado en geografía y geociencias de la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Nüremberg, Alemania.

Desprendimientos de hielo en el Glaciar Perito Moreno. Foto: AP

Si las proyecciones de Koch y sus colegas, que se publicaron este jueves en la revista Communications Earth & Environment, se confirman, significarán un cambio significativo para uno de los glaciares más emblemáticos del mundo. El Perito Moreno es el corazón del Parque Nacional Los Glaciares, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que recibe la visita de cientos de miles de turistas anualmente.

Cambios en el Glaciar

El glaciar, un majestuoso río de hielo que se extiende por casi 32 kilómetros, surge como un espejismo desde los Andes del sur, envuelto en niebla. Los visitantes se congregan a su alrededor para presenciar cómo enormes bloques de hielo azul se desprenden y caen estruendosamente en el lago desde el borde del glaciar.

Según los expertos, una característica geográfica particular ha evitado que el Perito Moreno pierda demasiado hielo mientras el clima de la región de los Andes se calienta. Debido a la morfología del valle donde se sitúa, la zona alta donde la nieve se acumula y se forma el hielo es sumamente extensa en comparación con la zona baja, donde el hielo se derrite. En resumen, históricamente, lo perdido en hielo ha sido compensado ampliamente.

Una cresta de lecho rocoso bajo el hielo podría también estar contribuyendo a la estabilidad del glaciar. Sin embargo, hasta ahora, los científicos sabían poco sobre el tamaño de dicha cresta y su interacción con el glaciar.

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Investigar desde el aire

Por ello, hace unos años, Moritz Koch se encontró volando en helicóptero sobre el Perito Moreno con un radar de 350 kilos a bordo.

El radar, a través de ondas electromagnéticas, midió el grosor del glaciar. Sin embargo, la superficie del hielo era demasiado irregular para transitar a pie o en vehículo, lo cual requirió encontrar un piloto dispuesto y esperar días de viento moderado. Así, el equipo finalmente ascendió al cielo.

Koch relató que sentía una gran presión mientras dirigía al piloto de un lado a otro sobre el glaciar, ya que el vuelo era el resultado de un año de preparaciones. La precisión en la obtención de datos era crucial para el éxito del proyecto de su equipo. “Se necesita tiempo para disfrutar realmente del vuelo”, comentó.

Resultó que, procesar los datos le llevó casi otro año a Koch. El descubrimiento lo sorprendió.

Los estudios de radar revelaron que la cresta rocosa se extendía profundamente en el hielo en el frente del glaciar. Esto sugiere que cuando el hielo se adelgace lo suficiente, podría desprenderse de la cresta. Una vez sin el soporte de la roca, el hielo comenzaría a flotar en las aguas del lago, siendo más susceptible a adelgazarse y fracturarse.

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A través de mediciones satelitales del grosor de la superficie del glaciar, Koch y su equipo identificaron que el adelgazamiento comenzó a acelerarse en 2019. Aún no se comprende completamente la causa de esta rápida aceleración.

Bethan Davies, profesora de glaciología en la Universidad de Newcastle, Inglaterra, sugirió cautela antes de declarar algo como irreversible.

“Los glaciares, a menudo, pueden recuperarse si se incrementan las condiciones de frío y nieves suficientes”, explicó la doctora Davies, quien no participó en el estudio liderado por Moritz Koch. Sin embargo, para alcanzar esa situación, sería necesario que las naciones frenasen el calentamiento mundial, disminuyendo el dióxido de carbono en la atmósfera, añadió la experta.

Otro glaciar notable, una vez se resistió a un destino de desaparición líquida al igual que el Perito Moreno: durante cinco décadas, los científicos observaron cómo el imponente glaciar Taku, al noreste de Juneau, Alaska, se engrosaba mientras el resto de los glaciares cercanos disminuían.

A posteriori, en 2018, tras un verano de temperaturas récord en Alaska, el Taku comenzó a retroceder, uniéndose a las decenas de miles de glaciares que el cambio climático está encaminando hacia su extinción.

Traducción: Román García Azcárate

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