En una vivienda situada en Balvanera fue desmantelado un criadero clandestino de erizos africanos. Los 87 erizos encontrados estaban enjaulados y mantenidos en deplorables condiciones dentro de pequeños compartimientos metálicos, listos para ser vendidos a través de internet. La mercancía incautada está valorada en más de diez millones de pesos.
Intervención de autoridades en el rescate
La Policía de la Ciudad junto con el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) llevaron a cabo un allanamiento en la calle México al 2700 tras descubrir que estos erizos se ofrecían para la venta en redes sociales.
Órdenes legales para el operativo
Debido a que estos animales están protegidos, el doctor Blas Michienzi de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) ordenó la intervención en el domicilio señalado en las publicaciones.
Durante el operativo, los agentes encontraron a 87 erizos en condiciones inadecuadas dentro de 38 jaulas metálicas.
Foto de los erizos rescatados proporcionada por la Policía de la Ciudad.
Detalles de los erizos rescatados
La investigación demostró que había 31 adultos y 56 crías de erizos pigmeos africanos (Atelerix albiventris), comprobándose su crianza y venta en el lugar intervenido.
En el domicilio, se encontraban una mujer de 47 años como la encargada, quien fue notificada por infringir la Ley 14.346 sobre Maltrato Animal.
El fiscal Michienzi le imputó cargos, mientras que las pesquisas siguen para desmantelar posibles redes de comercio ilegal de fauna.
Condiciones de salud de los erizos
Varios erizos presentaban lesiones en ojos y hocicos debido al hacinamiento, según el diagnóstico de veterinarios en el lugar. Por ello, fueron entregados a una organización animal que se encargó de su cuidado.
Particularidades de los erizos africanos
Estos animales son insectívoros, de hábitos nocturnos y solitarios. Durante las horas diurnas, suelen esconderse y necesitan un refugio donde puedan descansar sin luz. Su fuerte territorialidad los hace poco propensos a convivir con otros ejemplares.
Ante el peligro, se enrollan en una bola para defenderse de predadores, estando cubiertos por púas de queratina, que son pelos modificados. Estas espinas se renuevan constantemente, tal como sucede con el pelaje de otros animales domésticos. En momentos de enfado, emiten bufidos cortos, y sólo producen chillidos agudos en situaciones de estrés intenso o dolor.
El contacto con las púas puede provocar reacciones alérgicas en personas sensibles, causando irritación y comezón en la piel.