“Se dejó llevar por la tentación, no pudo detenerse… Hay un punto en el que debes saber poner un alto, pero cuanto mayor es alguien, más difícil parece. Y ahora prepárate: cuando revisen su teléfono, comenzarán a aparecer nombres por todos lados”, comenta un tripulante activo, con una larga experiencia en vuelos domésticos y en el exclusivo ambiente de vuelos internacionales, donde es común caer en la tentación de transportar y vender mercancías.
Recientemente, se hizo público el caso de María Del Carmen Patané, una azafata de Aerolíneas Argentinas, descubierta mientras intentaba llevar relojes Rolex, iPhones y joyas en un viaje a Miami. La mujer de 64 años intentó justificarse diciendo: “Es un favor que le hago a un amigo y los teléfonos son para reparar.” No obstante, el juez Diego Amarante la acusó de contrabando.
Modus Operandi y Perfil del Contrabandista
¿Existe un método para el contrabando? ¿Los individuos actúan solos o en grupos? ¿Cuál es el perfil del contrabandista?
“En su mayoría suelen ser mujeres, aunque hay hombres en posiciones elevadas que también participan… Están cerca de la jubilación, tienen buenos sueldos, pero persiguen un estatus que desean mantener a toda costa. Residen en zonas exclusivas, conducen coches lujosos, sus hijos asisten a colegios privados y visten ropa de marca”, señala una tripulante entrevistada.
Agrega: “El temor al retiro los hace vulnerables a cualquier negocio. A menudo son usados para transportar mercancías desde el extranjero, rara vez cargan desde aquí hacia allá.”
En 2021, en una operación similar a la de Patané, la PSA retuvo a Laura Diana Schulz (58), azafata de American Airlines, cuando intentó ingresar en sus maletas más de 210.000 dólares en mercancías durante un vuelo de Buenos Aires a Miami. Fue procesada por intento de contrabando y lavado de dinero.
En 2023, Daniela Carbone (47), tripulante de Aerolíneas Argentinas, fue arrestada en Ezeiza por amenazar con una bomba en un vuelo también dirigido a Miami. Sin embargo, Carbone era conocida por traer productos bajo pedido, especialmente ropa y calzado deportivos inaccesibles localmente.”
El Contexto de Antes y Ahora
En los 80 y 90, las tripulaciones eran permanentes y contrabandeaban en grupo. Con el tiempo, la estructura cambió, pero la práctica continuó. Ahora, el contrabandista sigiloso se infiltra en grupos que ignoran su verdadero propósito: centrarse más en lo ilegal que en sus deberes laborales, descuidando incluso su apariencia,” explica la fuente.
Aclara: “Hay contrabandistas profesionales, cuidadosos y estratégicos en su práctica. Sin embargo, predominan ahora quienes son descuidados y no atentos a los detalles.”
Redes y Soluciones Internas
¿Colaboran en equipo, existe una red detrás? “Si actuaran organizadamente, habrían advertido a Patané que las monedas de oro no pasan desapercibidas en un escáner. Quienes operan solos cometen fallos evidentes en su conducta laboral. Se distraen tanto con el delito que descuidan su imagen personal”, responde la tripulante.
Anteriormente, las tripulaciones se alojaban en hoteles cinco estrellas en destinos como Miami, Nueva York, Cancún, Punta Cana o Madrid. Ahora, si tienen suerte, son asignadas a hoteles de tres estrellas cerca del aeropuerto. Este cambio restringe el tiempo del contrabandista para adquirir y transportar productos. En su lugar, alguien del destino entrega relojes, iPhones, ropa o maquillaje en su hotel, requiriendo también un pago,” observa una fuente.
Una de las fuentes consultadas por el diario asegura que “la PSA es más estricta que la Aduana” y que Patané traía productos de Europa y los distribuía en Estados Unidos sin prever lo que le ocurriría.”
“Al regresar al país, la tripulación usa un protocolo similar al de diplomáticos, lo que lo hace más flexible y dinámico”, añade.
También opina que su colega Patané “perdió el control y no tuvo la frialdad necesaria para darse cuenta de que estaba exagerando. Desde monedas de oro hasta artículos de lujo, ¿de quién recibió estos ítems? Probablemente de comerciantes que no querrán ser implicados. Se han beneficiado tantas veces que ahora no les importa perder algo de dinero.”
Reflexiones Finales
El despiste los lleva a ignorar su posición y eso los extravía. La maleta de esta azafata (Patané) estaba tan llena que parecía “embarazada,” comenta entre risas. El cierre no resistía y la maleta no podía sostenerse de lo pesada que estaba. ¿Es necesario arriesgar tanto de manera tan evidente?”, se pregunta.
“Alguien en su situación económica debería estar en buena posición financiera. ¿Qué más se busca? Ahora hay un silencio tenso entre las tripulaciones, nadie se atreve a mover un dedo, tal vez temiendo que sus nombres sean revelados en los chats del teléfono de Patané. Están todos alerta y cautelosos, no se arriesgarían a esconder ni una simple prenda,” concluye con una risa.
AA
