El debut del MSC Splendida en la región
La propuesta de un “tour” por un crucero, aunque escueta, que ofreciera el director del puerto de Punta del Este, resultaba irresistiblemente tentadora. Desde las aguas de La Mansa se apreciaba la majestuosa silueta de un colosal navío algunos kilómetros mar adentro. Era el famoso MSC Splendida, que atraca en esta ciudad costera cada martes durante la temporada estival.
Lo novedoso este año es la expansión de MSC Cruceros en Argentina, incluyendo al flamante Splendida que hará su debut en las aguas bonaerenses. Este crucero pasa a ser parte de una oferta que incluye al MSC Armonía y MSC Poesía, brindando unas vacaciones únicas a través de las playas brasileras y uruguayas.
Un recorrido emocionante
Desde el 16 de diciembre, el Splendida comenzó a zarpar cada lunes desde Buenos Aires transportando turistas argentinos. Estos cruceros, que se realizan hasta el 17 de marzo, tienen paradas en paradisíacas playas como Camboriú, Itajaí y Santos, por un costo de 899 dólares por pasajero para una semana de aventura marina. Sorpresivamente, desde que las entradas se empezaron a vender en agosto, se agotaron el 88% de ellas. “Considerando que es el primer año del Splendida en nuestras latitudes, es un excelente resultado”, comentó Javier Massignani, director de MSC.
La vida a bordo del Splendida
La invitación inicial incluía una visita de seis horas al barco. Desde el Muelle La Pastora, una breve travesía nos llevó hacia el imponente barco. Al aproximarnos, el crucero se revela en toda su grandeza, comparable a una “ciudad flotante” de tres cuadras de longitud y más alta que el Obelisco.
El acceso es meticuloso y exige pasar por controles de seguridad similares a los de un aeropuerto. El Splendida, de bandera italiana, además de su ruta actual, contempla detenciones en Punta del Este, que no embarca pasajeros sino que actúa solo como puerto de desembarco, continuando después su ruta hacia las playas brasileñas.
Historias de vida en altamar
A bordo, nuestra aventura fue guiada por una anfitriona políglota quien nos mostró las modernas instalaciones del Splendida, que incluye teatro para 1,500 personas, una veintena de bares y una amplia selección de restaurantes internacionales, además de diversas piscinas y un refinado spa. La vibrante actividad del crucero y el paisaje desde las cubiertas hacían de cada minutos un espectáculo.
Una experiencia de vida única, es común entre los trabajadores del crucero. Simona Di Pietro, una de las responsables, explica en perfecto español: “He trabajado aquí durante veinte años, embarcada nueve de ellos cada año. Esta es la vida que he escogido”.
Viviendo y trabajando en alta mar
Cecilia Sánchez, de El Palomar, es una de las argentinas que encontramos a bordo. Ella, International Hostess, compartió su experiencia: “Empecé como bartender, ahora vivo en un camarote y domino cinco idiomas, lo que me facilitó avanzar en mi carrera a bordo”. Con seis años de experiencia, señala que aunque ama su trabajo, es demandante pero lleno de recompensas personales y profesionales.
Mariano Arroyo, mendocino, lleva trabajando en el barco por tres años. Su rol de ‘Wine Keeper’ implica asegurar el suministro de vinos, lo que lo mantiene ocupado en turnos de hasta diez horas diarias. Considera que trabajar en el crucero ha cambiado su perspectiva y valora altamente las experiencias y los 3,000 dólares mensuales que gana sin gastos. Ambas historias reflejan el ciclo de vida y trabajo en el Splendida, definido por una mezcla de dedicación y aventura.