Nuevo estudio descubre la razón principal por la que una persona puede sentirse excluida en una conversación

La presencia de una mirada concentrada o ausente durante una conversación no solo brinda calidez y conexión entre las personas. Un estudio de percepción de la Universidad Austral reveló que la mirada tiene un papel crucial en la percepción de ser aceptado o rechazado durante un diálogo. De hecho, en comparación con el contenido verbal, los gestos faciales y corporales representan el 60% de las señales que influyen en cómo nos sentimos validados por los demás.

Profundizando en la percepción de aceptación y rechazo

Bajo el título “Una aproximación al campo: Feedbacks de aceptación/rechazo”, esta investigación exploratoria, según señala su autora principal, Roxana Fantin —profesora e investigadora enfocada en comunicación y epistemología—, se llevó a cabo entre 2020 y 2023. Participaron 143 estudiantes de posgrado que jugaron un papel clave en su desarrollo.

Durante su curso de posgrado, estos estudiantes se formaron en el ámbito en el que Fantin se ha especializado durante 15 años: la comunicación interpersonal, el diálogo y el fenómeno de la aceptación influido por el auge de las redes sociales.

El estudio no se centra en medir la aceptación de manera objetiva, sino en cómo una persona percibe que está siendo aceptada o validada, o por el contrario, rechazada por la otra parte.

El estudio de Fantin, inspirado en las teorías del filósofo lituano Emmanuel Levinas acerca del “Otro”, resalta la importancia de aceptar la singularidad, no intentando reducir al otro a nuestras expectativas o percepciones. La aceptación, en esta perspectiva, implica reconocer al otro en su totalidad.

Desarrollo del estudio y percepción de aceptación

Fantin explicó que se propuso investigar cómo las personas se sienten aceptadas o no. La investigación se realizó con un enfoque cualitativo, considerando si la gente percibe estas particularidades y cómo. Para ello, durante tres años, formó a 143 personas de edades entre 30 y 55 años, quienes llevaron a cabo estudios de campo para registrar sus propias sensaciones y percepciones tras las conversaciones que mantuvieron durante una semana.

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En el informe se definieron esas percepciones como “signos” de aceptación o rechazo, con un total de 558 registros verbales, paraverbales y no verbales. La repetición de ciertos signos ayudó a estructurar el estudio, destacando la importancia del componente gestual frente a lo que se comunica de manera verbal.

En particular, la mirada tuvo un peso significativo entre los indicadores no verbales, algo que Fantin describió como “inmanipulable” y que refleja una disponibilidad o atención.

Factores de aceptación y rechazo en el diálogo

Los participantes, como observadores de las interacciones cotidianas, registraron más instancias de aceptación (435 respuestas) que de rechazo (133), destacándose el componente no verbal en ambos casos.

En cuanto a los elementos verbales y paraverbales, el informe resaltó que la “indagación” fue una señal de aceptación significativa en el 30% de las respuestas. Además, el tono amable y un ritmo de conversación pausado se valoraron como indicadores de interés y presencia en el diálogo.

Al analizar los elementos relacionados con la atención, la “reafirmación” fue mencionada con mayor frecuencia (33%), seguida de la “validación” (10%), que se refiere al reconocimiento verbal del interlocutor.

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Entre los aspectos no verbales que reflejaron aceptación, se incluyen el “silencio respetuoso”, la “postura corporal relajada” y la “priorización”, es decir, dejar otras actividades para participar del diálogo.

El estudio subrayó que la mirada atenta, las sonrisas y el asentir con la cabeza fueron cruciales para determinar la presencia del interlocutor y su implicación en el diálogo.

Por otro lado, los signos de rechazo se manifestaron a través de interrupciones, autorreferencias y respuestas secas. La falta de atención, como el tono cortante y el uso de monosílabos, también fueron indicativos de rechazo por parte del interlocutor.

El rechazo corporal se evidenció al evitar el contacto visual y a través de gestos como el movimiento nervioso del cuerpo. Estos signos indicaron una falta de entrega tanto en tiempo como en atención.

Finalmente, la falta de comunicación no verbal en los medios digitales conduce a malentendidos frecuentes, llevando a una sociedad con tensiones en la comunicación, enfatizó Fantin.

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