El camino está sembrado de cristales rotos, dos amplios depósitos convertidos en humo y llamas persistentes, mientras los empleados luchan por salvar lo poco que queda en la única sección que no fue consumida. La escena en Plásticos Lago, una de las empresas más afectadas por el incendio en el Polígono Industrial de Ezeiza, es desoladora, de acuerdo a lo que pudo constatar Clarín tras visitar el lugar.
Devastación Completa
Entre el caos, las estructuras colapsadas y el fuerte olor a quemado, Ariel Gómez, quien dirige la empresa, trata de encontrar las palabras para describir lo sucedido.
Pérdidas Importantes
“Hemos visto la destrucción total de dos de nuestros almacenes… De tres naves, solo una se mantuvo en pie”, explica señalando los restos de los almacenes.
El incendio, que sigue bajo investigación, se llevó consigo materia prima, maquinaria y un año entero de producción. “Es como si hubiésemos perdido un año entero de trabajo”, comenta.
Gómez describe cómo la onda expansiva arrasó con todo lo que se interponía. Los cristales estallados, las paredes destruidas y fragmentos del techo esparcidos por el suelo son la evidencia material. “La onda expansiva nos alcanzó y a partir de ahí comenzó el fuego”, detalla Gómez.
Durante su inspección, Clarín constató que ninguna ventana permanece intacta, las dos naves están completamente destruidas y el fuego sigue encendido debido al plástico.
Momentos Críticos
Todo se desató en segundos. “Recibí la noticia a las 9 de la noche del viernes. Había varias personas trabajando aquí, incluso el dueño, que intentó extinguir el incendio con extintores… pero se tornó incontrolable y los galpones sucumbieron”, relata.
“Nunca presencié algo similar. Lo único claro aquí es que no iniciamos el incendio. Sufrimos una pérdida total”, asegura.
La planta operaba en esta ubicación desde hacía tres años, aunque la empresa cuenta con una trayectoria de tres décadas. Pese a contar con sistemas antincendios, la explosión fue demasiado.
Aún existen áreas a las que es imposible acceder. “No podemos intervenir mucho hasta que los peritos concluyan su investigación. Estamos autorizados a sacar nuestros productos intactos para prevenir daños adicionales por el fuego”, explica.
120 familias dependen de Plásticos Lago. Aunque algunas partes aún arden, “el fuego está bajo control, pero las llamas persisten en un foco… todo está destruido. Es por el plástico, por eso no se extingue completamente”, admite.
Sin embargo, entre los restos carbonizados, Gómez ofrece un mensaje esperanzador: “Saldrán adelante. Esto se hizo con esfuerzo y del mismo modo, lo superaremos”.
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MG