¿Es posible depositar nuestra confianza en lo que observamos, leemos y escuchamos hoy en día? Esta inquientante cuestión es esencial y permea todas las discusiones sobre el periodismo, la tecnología y las democracias occidentales en la actualidad. ¿De qué manera se informa la gente? ¿Cómo podemos proteger la verdad y el rigor periodístico? ¿Cuál es el papel de las corporaciones tecnológicas en un ecosistema informativo que cada vez presenta más retos?
Retos en la Búsqueda de la Verdad
En medio de un ambiente de escepticismo hacia las noticias y el auge de la desinformación, la aparición de la inteligencia artificial generativa añade un nuevo nivel de complejidad a la experiencia informativa. ¿De qué forma podemos reconstruir el vínculo con el público en este ambiente?
Las dudas sobre el porvenir de los medios surgen en el contexto del Día Global de la Noticia (World News Day) programado para el próximo domingo 28 de septiembre, promovido por el Foro Mundial de Editores (WAN-IFRA).
Desafíos de la Inteligencia Artificial
El potencial del periodismo para servir a una ciudadanía bien informada está siendo desafiado debido a la proliferación de contenido falso, como imágenes y videos manipulados por IA, que se vuelven virales a través de las redes sociales. Nunca ha sido tan complicado discernir entre la verdad y la falsedad.
“La creación generada por la IA es actualmente tan persuasiva y da forma a tanta información que consumimos que podríamos llegar a un punto en que no podamos confiar en nada. La falta de confianza es el motor que alimenta el conspiracionismo, la polarización de la sociedad y el desinterés por la democracia”, explican Liz Corbin, Directora de Noticias de la EBU, y Vincent Peyrègne, CEO de WAN-IFRA.
Las empresas dedicadas a la tecnología juegan un rol crítico en este nuevo paradigma, que conlleva una reestructuración profunda en la manera en que accedemos a la información.
Nuevo Ecosistema Informativo
Por primera vez, los chatbots están comenzando a convertirse en la principal fuente de información para un segmento todavía pequeño pero creciente del público, especialmente entre los más jóvenes. De acuerdo con el último reporte del “Digital News Report 2025” del Reuters Institute, un 7% de los participantes indicó que se informan principalmente a través de estas plataformas, y esa cifra asciende a un 15% entre aquellos menores de 25 años.
El impacto de este innovador ecosistema mediático y sus interfaces no solo afecta a las compañías informativas, sino también a los consumidores de información.
“Una investigación realizada por la BBC este año reveló que la mitad de las respuestas de IA a consultas de noticias omitían información importante y contenían errores cruciales. Los asistentes de IA examinados generaban continuamente datos confusos, citas fabricadas o mal atribuidas, y proporcionaban información fuera de contexto o artículos parafraseados sin asignación apropiada”, dicen Corbin y Peyrègne.
El Papel de las Redes Sociales
El crecimiento de la información errónea y la infodemia, señala Fernando Belzunce, director General Editorial de Vocento, ocurre “en medio de un ambiente social de extrema polarización, con poderosos actores políticos bien entrenados en la manipulación emocional, quienes son capaces de desestabilizar enormemente por medio de las redes sociales”. Esta confusión general está a menudo sostenida por movimientos políticos que promueven agendas contrarias a la democracia.
“Existe mucho más en juego que solo la libertad de expresar opiniones. Los autócratas tienen como objetivo la verdad misma, tratando de extinguir a todo árbitro independentemente de los hechos, sean jueces, académicos, científicos, estadísticos o periodistas. En países orientados hacia el autoritarismo, los líderes estatales reivindican ser los únicos dueños de la verdad. Manipulan, suprimen y borran datos para difundir sus mentiras”, expresa Martin Baron, exdirector de The Washington Post.
La Necesidad de Políticas Responsables
Es imperativo que editores y transmisores promuevan una política responsable en el uso de la IA, dirigidas a mejorar la calidad del periodismo sin poner en riesgo la integridad y transparencia editorial.
La precisión de la información y la libertad de expresión son componentes fundamentales para democracias fuertes y participativas. Por lo tanto, restaurar la confianza entre las audiencias y los medios se vuelve esencial para la construcción de una ciudadanía informada. Leer, escuchar, participar y apoyar a aquellos que defienden el valor de los datos verificados es hoy más crucial que nunca.