Madres de Córdoba relatan su tragedia en el juicio sobre la muerte de sus bebés
En un juicio lleno de dolor y expectativas, las madres de los pequeños afectados por eventos trágicos en el hospital Neonatal de Córdoba dieron inicio a sus declaraciones este jueves. Entre los meses de marzo y junio de 2022, cinco bebés fallecieron y otros sufrieron graves consecuencias debido a la administración de “una sustancia no compatible con la vida”, según el resultado de la investigación judicial.
Actualmente, Brenda Agüero (29), quien ejercía como enfermera en la sección de Neonatología del hospital Ramón Carrillo, se enfrenta a la justicia como principal acusada de estos acontecimientos fatídicos. También están involucrados otros 10 profesionales de la salud y ex responsables del hospital, incluyendo a la antigua directora y un ex ministro de salud.
Declaración de las madres afectadas
Tras la comparecencia de Claudia Elizabeth Ringelheim, antigua subdirectora del hospital y última imputada hasta el momento, comenzó el turno de las madres, quienes participan como parte demandante en el caso.
Damaris Bustamante, madre de Benjamín, uno de los bebés que fallecieron, fue la primera en dar su testimonio. Vestida con una camiseta que pedía “Justicia por Benja”, solicitó que la enfermera acusada, Brenda Agüero, no estuviese presente en la sala durante la audiencia, lo cual fue concedido. Una vez retirada Agüero, Damaris relató el doloroso proceso de perder a su hijo y recordó el día en que se enteró de su embarazo.
“El 3 de diciembre de 2021 acudí al ginecólogo para colocarme un DIU y me pidieron que realizara una prueba de embarazo, la cual resultó positiva. Fue una noticia maravillosa, un gran motivo de alegría porque iba a ser mi primer hijo”, mencionó. También compartió que sentía felicidad y emoción por el apoyo de su pareja y sus padres en este nuevo capítulo de su vida.
Sin embargo, al llegar el momento de dar a luz, Bustamante denunció haber sido víctima de violencia obstétrica. Describió la negligencia y el maltrato por parte del personal del hospital y pidió perdón por las duras experiencias que iba a narrar.
En su relato, detalló que al ingresar al hospital, fue ignorada y obligada a esperar. La médica presente le comentó despectivamente que estaba “demasiado grande para necesitar a su madre” y que todas las mujeres pasaban por situaciones similares.
Damaris mencionó no haber recibido ayuda al intentar bajar de la camilla mientras sangraba y cómo fue dejada sola en un pasillo. Su madre, al acercarse a consolarla, le recordó que pronto conocería al “amor de su vida”.
Insistió en que se le permitiera el acompañamiento de su madre o el padre de su hijo, solo para recibir respuestas insensibles. Cuando expresó su deseo por una cesárea, recibió respuestas despectivas como “Aguantatela. Si te gustó lo dulce, aguántate lo amargo”.
Damaris relató que Brenda Agüero la abordó bruscamente mientras ella continuaba sangrando, haciendo comentarios insensibles sobre su estado. “Me agarró del brazo sugiriendo que mi hijo podía nacer y morir si no me levantaba. Me culpó si esto sucedía”, comentó entre sollozos.
Al intentar incorporarse, resbaló con su propia sangre, sufriendo una caída. “Cuando logré levantarme, me aislaron cerrando una cortina. Rogaba por la presencia de mi madre, expresando que no merecía ese trato”, relató entre lágrimas.
Brenda la forzó a subir nuevamente a la camilla, lo que dejó marcas en su cuerpo. Su abogado, Carlos Nayi, pidió que se presentaran como evidencia las fotografías de dichas lesiones. “Estas marcas son recordatorios del horror que viví. Mi familia solo las notó en el funeral de mi hijo, lo que nos llevó a presentar la queja en el hospital”, aseguró antes de romper en llanto nuevamente.
“Me dijeron que por mi culpa mi hijo había muerto y me martirizaba preguntándome qué había hecho mal. Brenda resonaba en mis pesadillas, culpándome por la muerte de mi hijo. Regresé a casa marcada y sin mi bebé”, expresó devastada durante su emotiva declaración.
Reacciones en el juicio y el desarrollo del caso
La audiencia de juicio comenzó con las madres enfrentándose a los acusados por primera vez. Vanesa Cáceres, madre de Francisco, el primer bebé en fallecer, expresó su dolor afirmando que sus hijos pagaron injustamente por las fallas ajenas.
Brenda Agüero, visiblemente afectada, lloró durante su presentación y criticó la representación mediática que la mostró como una asesina en serie. Defendió su inocencia, manifestando que los documentos sobre administración de potasio encontrados en su celular eran parte de su trabajo en neonatología y no pruebas de culpabilidad.
Otros acusados han optado por no declarar formalmente, aunque han realizado exposiciones durante el proceso, mientras se desentrañan más detalles sobre el desafortunado caso que enluta a familias y conmociona a comunidad en Córdoba.