Transcurridos tres meses desde el inicio de las pesquisas, la Justicia Federal logró finalmente ubicar las 232 ampollas contaminadas con fentanilo que se encontraban en paradero desconocido. Estas ampollas pertenecían a un lote identificado con dos bacterias que estuvieron presentes en 76 pacientes de unidades de cuidados intensivos, quienes lamentablemente fallecieron debido a graves cuadros de neumonía.
Lote de ampollas y medidas de seguridad
El lote afectado, compuesto por casi 155,000 ampollas, incluía estas 232 que acaban de ser identificadas, sumándose a un grupo superior a 100,000 que nunca fueron utilizadas en pacientes. La responsabilidad de establecer tanto su localización precisa como de asegurar su conservación en cuarentena correspondía a la ANMAT. Sin embargo, según los reportes del juzgado, esto se logró principalmente gracias a la promulgación de órdenes judiciales.
Retos de la investigación
Varios familiares de las víctimas y figuras políticas, como la diputada Silvana Giudici, han expresado su preocupación por la lentitud del proceso investigativo sobre el fentanilo producido por HLB y Ramallo. La reciente noticia subraya las complicaciones que ha enfrentado el juzgado, no solo para recuperar las ampollas contaminadas, sino también para obtener las historias clínicas de los pacientes atendidos en las instituciones donde se administró el lote 31.202 del opiáceo.
Intervenciones judiciales
El pasado viernes, un operativo judicial en la Clínica Vélez Sársfield de Córdoba condujo a la confiscación de todos los registros médicos recientes, tras la provisión de sólo cuatro historias clínicas por parte del hospital, a pesar de que más de 1,600 ampollas contaminadas fueron administradas allí.
La presentación del “acta compromisoria” respecto a las 232 ampollas no utilizadas concluyó una fase crucial de la investigación, que involucró la interacción directa con 188 instituciones sanitarias. A pesar de las complejidades logísticas vinculadas a la coordinación con hospitales y cuerpos policiales provinciales, estos últimos hicieron posible el contacto con clínicas y almacenes farmacéuticos que no habían llegado a emplear las ampollas.
El caso del fentanilo se centra en 76 muertes ocurridas en diferentes centros médicos de las provincias y la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Formosa.
De los casos investigados, 48 defunciones están confirmadas como resultado de las infecciones causadas por las bacterias Ralstonia pikettii y Klebsiella pneumoniae. Aún se espera que otras 28 muertes sean categorizadas de igual forma, a medida que el Instituto Malbrán finalice los exámenes genotípicos que puedan corroborar los diagnósticos.