Tradición Renovada y Devoción Permanente
En una renovada tradición anual, una extensa fila de devotos se extiende por varias cuadras. Esto sucede en la celebración de San Cayetano, santo protector del trabajo, a la cual asisten quienes buscan empleo o desean mostrar gratitud por tenerlo.
Devotos en Oración y Gratitud
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, oficiará la tradicional misa al mediodía. Sin embargo, días antes, los fieles ya comenzaban a acampar con el fin de tocar la imagen del santo al abrirse las puertas del templo a medianoche de este jueves.
Pedidos de Salud y Trabajo: Una Constante
El flujo de fieles ha sido constante durante toda la mañana, y se espera que continúe igual durante el resto del día. Entre los relatos que recogió Clarín, la solicitud más frecuente es por salud y empleo.
Mario, proveniente de Ituzaingó, relató: “Busco pedir salud. Soy epiléptico y vivo de una pensión que apenas alcanza. Además, mi condición me impide trabajar”. Beatriz, llegada desde Moreno, intercedió por su nieta de 16 años con cáncer, y agregó: “Gracias a Dios no me falta nada, pero quiero pedir también por quienes no tienen trabajo y lo están pasando mal”.
Celina, de Grand Bourg, agradeció “por el trabajo y la salud” de sus hijos, y oró por aquellos sin empleo: “Soy jubilada con la mínima y me gustaría que el presidente pensara más en nosotros”.
Rafael, jubilado residente en Isidro Casanova, también acudió a dar gracias. “Llegué de Córdoba en el 74, trabajé en una fábrica de alambre y me jubilé allí. Tengo 80 años y mi jubilación me alcanza. Vengo todos los años”.
Cada año, la solicitud de trabajo se hace presente en San Cayetano. Carlos Manuel viajó desde Santa Fe, donde trabaja como transportista para una lechería y comentó: “Se rumorea que habrá despidos, así que busco otras oportunidades”.
Pablo, de 31 años, hizo su peregrinaje desde Caballito: “Trabajaba en una fábrica de calzados, pero cesaron las ventas y me suspendieron. Llevo semanas buscando algo nuevo, pero es muy complicado. La situación está dura”.
Los vendedores ambulantes reflejan también la situación del 7 de agosto en San Cayetano. Miguel, de Chajarí, Entre Ríos, declaró no creer en santos por ser evangelista, pero comprende quienes buscan empleo: “Antes, los vendedores lograban ganar bien, pero ahora la gente no tiene dinero y no gasta”, explicó.